El
Ayuntamiento de Lorca ha informado esta mañana (4 de febrero de 2013) acerca
del estado del santuario de la Virgen de las Huertas. La concejala de Cultura,
Sandra Martínez, nos ha contado que los trabajos de consolidación de la
estructura se dan por finalizados. Esta primera fase de las obras ha tenido un
coste de 500.000 €, que ha pagado íntegramente el Instituto de Patrimonio
Cultural (IPCE), dependiente del Estado.
Recordaréis que las obras las iba a
pagar la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM). La entidad fue absorbida por
Banco Sabadell, que dijo que no se iba a hacer cargo de nuestro santuario
patronal. En fin, ahora que ya está reconstruido deberíamos mandarles una foto,
con nuestro agradecimiento por su implicación con la sociedad lorquina.
En esta primera fase se han arreglado
también -entre otras cosas- las grietas en las pilastras de la cúpula y la
bóveda, además de la tabiquería. Y se ha aprovechado para instalar una nueva
iluminación con el sistema led, que es más económico y no daña las pinturas
tanto como las luces de siempre.
Y hay una fase posterior, que sin duda
es muy interesante, ya que en 2003 aparecieron en el subsuelo del convento unos
restos musulmanes que ahora, con las obras de rehabilitación, han revelado un
auténtico tesoro arqueológico.
Resulta que la primera iglesia que hubo
donde ahora está el santuario se construyó encima de lo que parece ser un
palacio musulmán de la época andalusí. En el subsuelo han aparecido tres arcos;
uno de ellos es el principal, y tiene al lado otros dos más pequeños. Los
arqueólogos afirman que, por una cuestión de simetría, tiene que haber otros
dos arcos al otro lado, y parece ser que algunas catas que han hecho demuestran
que por lo menos hay un cuarto arco.
El santuario cuenta además con otros
tesoros culturales, como la lápida funeraria de Mariano Benlliure ubicada en la
cripta de la familia Pérez de Meca, emparentada con los condes de San Julián.
Un recinto privado que acoge a algunas personalidades históricas.
Me ha llamado especialmente la atención
una de las personas ahí enterradas, que falleció en 1868 durante la batalla de
Alcolea: una de las batallas más importantes de la Historia de España, porque
fue ahí donde los partidarios de Isabel II se enfrentaron a las tropas alzadas
en armas en la Revolución Gloriosa. Tras la batalla, la Reina de los tristes
destinos se exilió, dando paso a un período muy interesante que desembocó en
una Monarquía constitucional y en la I República, ambas de corta duración. Pues
uno de los oficiales que perdió la vida en la batalla lo tenemos aquí, en
Lorca, sepultado en la Virgen de las Huertas.
Son unas pinturas fechadas por los
arqueólogos, de manera provisional, entre los siglos XVI-XVII. Por encima de
ellas había otras pinturas, de los siglos XVII-XVIII, que se han podido extraer
y que en el futuro tal vez se colocará en un marco. La capilla próxima al
púlpito, y la zona de debajo del coro, también presentan fragmentos de pinturas
murales, que podrían estar intactas debajo de la capa de cal.
En resumen, que el santuario de la
Virgen de las Huertas, además de su indudable valor religioso como casa de la
Patrona de Lorca, tiene un valor cultural e histórico fundamental, aumentado
por este palacio andalusí que ha aparecido en el subsuelo y que quizás en el
futuro sea un polo de atracción para visitantes de toda España.
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