La antigua
carretera de Lorca a Águilas (RM-621) tendrá rotondas, aceras y un carril-bici.
El Gobierno regional ha sacado a licitación las obras de esta vía que
prácticamente forma parte del casco urbano de la ciudad y la comunica con la
diputación de Purias.
El
director general de Carreteras, José Guijarro, ha anunciado que los trabajos se
adjudicarán en el mes de abril. Tienen un importe de 7'5 millones de euros, un plazo
de ejecución de 12 meses, y suponen la obra más importante de la primera fase
de un plan general de recuperación de las vías del municipio, en el que se
invertirán más de 48 millones. Guijarro ha destacado que a este concurso se han
presentado más de un centenar de empresas.
El
proyecto del Gobierno regional es que la carretera se adapte lo más posible al
entorno urbano, en su extremo más próximo a la ciudad (a partir del enlace con
la rotonda de San Fernando); por eso harán una serie de glorietas, aceras y
carril-bici, como decía al principio.
Por
razones personales tomo esa carretera varias veces al día, y supone realmente
un peligro. A primera hora de la mañana hay un par de autocares de colegios que
a veces se paran en mitad de la carretera para recoger a los chavales, sin
molestarse en meterse en las zonas de aparcamiento.
El
propio acceso desde la rotonda de San Fernando es peligroso, porque siempre hay
coches que tan pronto entran quieren girar a la izquierda y tomar el camino que
va paralelo a la rambla. Cada dos por tres el tráfico se ralentiza porque
alguien necesita girar a la izquierda, en especial en la zona de La Báscula y
la de la Granja. Hay miles de pasos de cebra, pero poco visibles. La propia
Administración se ha dado cuenta de la peligrosidad de la vía y ha instalado
paneles advirtiendo de que se trata de una zona con gran concentración de
accidentes. Si añadimos que hay un tramo
que se inunda cada vez que llueve con fuerza, veremos que se trata de una
actuación urgente y muy necesaria.
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