Desde
el sindicato UGT nos informan de la dura situación que están sufriendo los
trabajadores de la empresa Cofrusa y sus familias. Afirman que en los últimos
cuatro meses sólo ha habido un mes de trabajo, y que las nóminas se están
pagando con más de un mes de retraso. Algo que es absolutamente inasumible para
la economía de una familia.
Reproduzco
la NP difundida por el sindicato, y espero de verdad que se arregle cuanto
antes la situación de estas personas. No sé adónde vamos a llegar.
COFRUSA
arrastra a sus trabajadores a la desesperanza
y a una
situación de necesidad
La empresa, apenas ha dado
35 días de trabajo en los últimos 120 días, y pagando con más de un mes de
retraso.
Después de haber comprado en 2009 las
empresas Halcon Foods, y Conservas Fernandez, S.A., y de haber
presuntamente desviado 12 millones de euros desde Halcon hacia Cofrusa, motivo
entre otros por el que tiene interpuesta una querella el empresario y su
consejo de administración, la marcha de Cofrusa no puede ser más incierta
y desesperante para los trabajadores.
La campaña actual de
la naranja, que suele ir desde noviembre a febrero del año siguiente, solo ha
generado trabajó 10 días en noviembre y diciembre, 13 días en enero y 2
en febrero, para unos 400 empleados fijos discontinuos. Los salarios se
fueron pagando con un retraso de más de 30 días después del mes vencido, tanto
a los fijos discontinuos como a los indefinidos.
Los Administradores
Concursales, ya que Cofrusa está en concurso voluntario de acreedores,
trasladan a los representantes de los trabajadores para que se consuelen,
"que hay otras empresas que están peor", a la vez que no
quieren reunirse con los representantes de los sindicatos, e incluso se duda de
la objetividad y profesionalidad de quienes se han venido reuniendo con ellos.
Empresas suministradoras,
como Aqualia no saben qué hacer, pues Cofrusa acumula una deuda superior
al medio millón de euros. Y es que el empresario utiliza a los trabajadores
como arma arrojadiza contra la administración y ayuntamiento, si acaso
les pusieran en aprietos para continuar con la miserable actividad que ofrece.
Ahora, se está a la espera
de la temporada de la alcachofa, para ver si salen algunas jornadas de trabajo,
pues la campaña debió de haber comenzado en febrero, y no hay visos de saber si
habrá producción.
Los trabajadores desesperados, no saben qué hacer ante tanta desidia
del empresario y la impotencia ante el mal que podría avecinar con un cierre,
tal y como van las cosas.
Cada año que pasa los trabajadores ven como se trabaja menos, y se
cobra con más retraso los escasos salarios que tienen de los pocos días
trabajados.
La necesidad familiar es
imposible cubrirla con el trabajo que ofrece Cofrusa, y la solución que esta
empresa fue en otros tiempos a las necesidades económicas, se está
convirtiendo en un grillete que impide el futuro y el presente para sus
trabajadores.
Como un enfermo en la UCI,
en Cofrusa, o se incorpora un socio que inyecte dinero, o por lo que a la
vista está, solo queda conocer el día de su cierre. ¡Ojalá llegue
lo primero, con ideas, dinero y ganas de hacer bien las cosas!
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