sábado, 31 de enero de 2015

Plumas, bordados y una emboscada al Rey

         Un año más, he tenido el placer de asistir a la Feria Internacional de Turismo FITUR, que se celebra en el recinto del Campo de las Naciones de Madrid. Y digo placer, porque aunque supone una pequeña paliza la verdad es que me lo paso genial.
         Siempre he visto FITUR como un conjunto de pequeños microcosmos: la isla de Murcia, la de Extremadura, la de Andalucía, la de Francia... Pasas por delante de los stands sin conocer a nadie, recreándote con los vídeos y las puestas en escena, viendo si en alguno de los mostradores hay algo que te pueda interesar -en mi caso, y por este orden, bolis gratis y pins-, y de pronto llegas al tuyo. Al de tu Región. Saludas a un compañero periodista. Le haces un gesto a un alcalde. Reconoces a un consejero madrugador. Estás en tu stand, en tu isla, rodeado de la misma gente a la que ves toda la semana, pero en un contexto muy diferente.
         En años anteriores, mi estancia en FITUR se limitaba al jueves, Día de la Región de Murcia. Salía de Lorca de madrugada, acompañado por algún amigo reportero como Juan Caballero o Pedro Antonio Sánchez Pedfot, verdaderos cazadores fotográficos de azafatas. Llegaba a Madrid poco después del amanecer, hacía mi trabajo con alguno de los cámaras movilizados por 7RM, y a eso de las dos de la tarde cogía el coche y me marchaba de la capital, para estar en mi casa a la hora de la cena.
         Este año, los componentes de Númera Audiovisual, esto es, Sabina Casuco y yo, hemos pasado tres días cubriendo numerosos actos relacionados con la comarca del Guadalentín, y no sólo en el recinto del Campo de las Naciones sino en sitios tan emblemáticos como la plaza de Callao o el parque del Retiro. Una cobertura muy especial, ya que nuestra productora empezó a andar precisamente en FITUR 2014, con una cámara alquilada y sin ningún cliente a la vista.
         Quiero compartir con vosotros una pequeña crónica sobre una edición de FITUR que ha dejado muy buen sabor de boca, especialmente entre lorquinos y aguileños.

Stand de la Región de Murcia en FITUR 2015

¡Majestad, le están bordando la cara!

         El miércoles por la mañana, el stand de la Región de Murcia se convirtió en una verdadera Fuenteovejuna; una caza al hombre en la que participamos la treintena de personas que nos encontrábamos allí, con la mirada puesta nada menos que en don Felipe VI y doña Letizia.
         La visita de los Reyes siempre es un acontecimiento regulado al milímetro. Felipe y Letizia iban a inaugurar FITUR el miércoles a las 10:30 de la mañana; nosotros llegamos a las 9 en punto, pero las entradas al aparcamiento ya estaban todas cerradas por motivos de seguridad, con un único filtro en uno de los accesos. Una pareja de policías nacionales paraban a todos los coches, les hacían abrir el maletero y les pasaban un espejo por debajo. La eficacia del control la desconozco: en nuestro caso, después de media hora de maldita y desesperante cola, el policía abrió el maletero, palpó las dos bolsas llenas de cables que llevábamos, dio por sentado que el cilindro de un metro y medio de largo llevaba un trípode y no un bazoka, y nos dejó pasar.



Alcantarillas selladas por motivos de seguridad
(los parches plateados);
imposible entrar por aquí para no hacer cola


         Nueva cola en el vestíbulo principal: una azafata dejaba pasar a todo el personal, a condición de que no fueran de la prensa. A nosotros nos quedaba quedarnos en el dique seco hasta las 10, para así disponer de media hora para llegar a nuestros lugares, extender cables, conectar aparatos y establecer conexiones. Lo que viene siendo trabajar con tranquilidad. Una llamada al jefe de prensa de FITUR logró que la azafata -que no tenía la culpa, lo sé- permitiera que la Prensa también pudiera entrar... aunque sólo hasta la tercera cola de la mañana: varios cientos de personas esperando a que les revisaran el equipaje junto a un par de arcos de seguridad.
         Llegamos por fin al stand de la Región de Murcia, haciendo acopio de periódicos que varios azafatos iban repartiendo gratuitamente. El País, El Mundo, Abc, La Razón... todos ellos con la misma portada, una página de sobrecubierta con publicidad del Banco Santander. La independencia de la Prensa, la línea editorial, el espíritu crítico... quizás estaban escondidos en el interior, entre anuncio y anuncio. Es lo malo del Periodismo, que por encima de nosotros hay gente que responde a otros intereses. A ver quién tiene narices para criticar al Banco Santander, o sacar los posibles chanchullos de los Botín, por seguir con el ejemplo. Y aunque las tenga, a ver quién se cree que realmente les está dando toda la caña que debería estarles dando. Lo bueno de estar forrado es que puedes permitirte el lujo de forrar a toda la prensa con tu publicidad, pasándote a los periodistas y los lectores por el forro.
         En fin. Llegamos al stand de la Región de Murcia, protagonizado este año por un gigantesco globo de papel, colgado del techo, y unas banderolas como de gasolinera en las que se leían las palabras MURCIA. Taburetes, mostradores y mesas hechas de cartón, ligeras pero resistentes, un espacio diferenciado para la promoción de las playas de Águilas, folletos, y un pequeño bar gratuito y sin alcohol atendido por un par de camareros.
         En uno de los laterales del stand, Ana y Juani, dos bordadoras de la Escuela Taller, confeccionando el rostro de Felipe VI bajo la supervisión de Eduardo Montesinos. Charlando en el stand, aunque aún era algo temprano, el consejero de Industria y Turismo Juan Carlos Ruiz; el alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara; y la plana mayor del área de turismo de Lorca, con el concejal Francisco Montiel y Juan Andrés Ibáñez a la cabeza, amén de otras concejalas como Sandra Martínez y Lali Ibarra. Más tarde llegarían, entre otros, Eduardo Sánchez y el alcalde, Francisco Jódar.
         El stand murciano estaba en su lugar habitual, al fondo a la izquierda del Pabellón 7; antes de llegar a él, una mirada obligada a la playa artificial de Melilla. El año pasado contrataron a tres modelos femeninas y uno masculino, ellas en bikini y él en bañador, que se pasaron la feria jugando a las palas y disfrutando de la playa pese al frío, rodeados por un sinfín de visitantes que babeaban ante la visión de tres chicas en ropa de playa. Este año el escenario era el mismo, pero los modelos iban ataviados con trajes de baño de balneario, más recatados.
         Enfrente de nuestro pabellón, el del Reyno de Navarra, y más abajo el de Castilla-La Mancha. Y fue por allí, por la cabecera del Tajo, por donde empezó a escucharse un gran revuelo. Una nube de guardias de seguridad, periodistas, políticos y mirones rodeaban a los Reyes en su avance por el pasillo principal. Una pausa en el stand manchego; Paco Montiel se adelanta y vuelve cabizbajo, diciendo:
         - No van a parar en Murcia; lo prohíbe el protocolo.
         Murmullos de desolación entre las filas murcianas. Una pena... maldito protocolo... hasta que, de pronto, Montiel levanta la cabeza y dice:
         - Si pasan por delante les paro y les digo que vengan.
         En ese momento, la marabunta. Montiel y Juan Andrés Ibáñez levantan el bastidor con el bordado, lo sacan del stand y lo plantan fuera, en el pasillo, para que los Reyes se topasen con él. Las bordadoras se sientan con rapidez, mientras unos cuantos empezamos a recoger los ovillos que se habían caído por el suelo al levantar el bastidor. Hay que moverlo un poco más cuando Montesinos dice que así no, que no le da bien la luz, que hay que ponerlo más vistoso. Mientras tanto, la concejala Sandra Martínez aparece con una foto del Rey que coloca junto al bastidor, a modo de reclamo.

Foto en plan formal, unos minutos antes de liarla parda...

         La comitiva real se acerca, y un grupo de personas nos plantamos en medio del pasillo para hacer bulto. La primera oleada de escoltas nos va apartando, pero los Reyes no pueden avanzar con rapidez. Rápidamente, Sabina toma posiciones junto a las bordadoras, componiendo el plano que va a sacar cuando los demás le pongamos a don Felipe en bandeja.
         Me dirijo al primer escolta, que me pone la mano en el pecho:
         - Queremos que el Rey se pare un momento, que estamos bordando su cara.
         - ¡De ninguna manera! ¡No está en el protocolo! ¡De ninguna manera!
         De ninguna manera, mis cojones. Y los de los demás. Y los ovarios de las concejalas y de las bordadoras. Los Reyes se aproximan, y unos cuantos empezamos a vociferar, pidiéndole a don Felipe que no se vaya. Me escurro entre los hombros de dos escoltas y grito:
         - ¡Majestad! ¡Le estamos bordando la cara! ¡En seda y oro! -afortunadamente, el escolta entiende lo de bordar la cara y deja la mía en paz.
         De repente asoma la cabeza de Paco Montiel y se dirige a Felipe VI con su mejor voz de profesor del Pérez de Hita:
         - Majestad, en Lorca estamos bordando su efigie. Optamos a ser Patrimonio de la Humanidad.
         Los escoltas tratan de apartarle mientras él clava su mirada en el monarca e insiste, educado pero firme, ajeno a la mirada matadora del ministro José Manuel Soria, que está acompañando a los Reyes:
         - Majestad, por favor -insiste Paco Montiel-. Sólo unos segundos en el stand de Murcia. En Lorca estamos bordando su efigie, es una obra de arte.
         Ni en Fuenteovejuna. Mientras el consejero Ruiz le solicita: ¡Señor! ¡Señor! ¡Unos segundos!, el alcalde de Murcia consigue meterse entre el Rey y el ministro e incluso toca la espalda del Rey animándole a que se venga hacia nosotros.
         Javier Ruiz, de la Cadena SER, trata de aprovechar la ocasión para meterle el micro al Rey, pero un segurata de más de dos metros se planta sobre la moqueta y le dice, arrogante:

Javier Ruiz
         - Aquí no se puede poner, que ya estoy yo. Es una simple cuestión de Física.
         Me pregunto si las pelotas del segurata aguantarán bien un cabezazo de Javier, pero éste opta por ignorarle y tratar de hallar el hueco para conseguir algunas declaraciones.
         En ese momento el Rey mira por fin el bastidor, sonríe con interés... se acerca con Letizia... y charla unos momentos con las bordadoras, mientras periodistas de toda España toman nota en sus libretas: El Rey ha roto el protocolo para visitar el stand murciano con los bordados de Lorca.
         Ellos ya tienen la anécdota de la jornada, que ese mediodía verán millones de españoles; en la Región de Murcia, todo hay que decirlo, gracias a las cámaras de Númera, porque Sabina ha sabido recoger perfectamente las imágenes e incluso las palabras del monarca.
         Después de unos minutos, los Reyes se marchan pasillo arriba, siguiendo el plan marcado por los responsables del protocolo, dejando a toda la legación murciana entre risas, aplausos y palabras de satisfacción. Misión cumplida. Un concejal de Turismo que ve que el Rey va a pasar por delante, tiene la obligación de agarrarlo y llevárselo a su terreno; sólo que para eso hay que sudar la camiseta, como el amigo Montiel.

Una obra de arte en seda y oro

Águilas, Mazarrón y la alcaldesa de Archena

         Otros protagonistas de la primera jornada de FITUR son los aguileños. El año pasado, la secretaria de Estado de Turismo, Isabel Borrego, le prometió al alcalde Bartolomé Hernández que iba a impulsar la declaración de los Carnavales de Águilas como fiesta de Interés Turístico Internacional. En esta ocasión el Gobierno cumplió con su palabra: dos días antes de Fitur 2015, el alcalde recibió la confirmación oficial de esa declaración.
         La delegación aguileña está representada por el alcalde, la concejala Clara Valverde, el jefe de prensa Paco Albarracín, Fernando el fotógrafo... y los personajes adultos del Carnaval. Doña Cuaresma, Don Carnal... simpáticos y encantadores como siempre. El Ballet Oficial de la Federación de Peñas desfila por algunos de los pasillos, todo música, plumas, alegría y lentejuelas, despertando la admiración de todos.
         El presidente Alberto Garre presenta la campaña turística de la Región. Bullas y Jumilla, con sus vinos; la Semana Santa de Murcia, el Carnaval de Cabezo de Torres... Archena, Puerto Lumbreras, Cartagena...
         Llega el momento de Mazarrón. El alcalde, Francisco García, acompañado por el periodista Pedro Torres, presenta un vídeo turístico, con las playas y calas vírgenes como protagonistas principales. A la mañana siguiente, tanto él como su homólogo aguileño tuvieron el honor de recoger las Q de Calidad entregados a diferentes municipios españoles, símbolo del buen estado de nuestras playas.

¡Aquí está Águilas! 

         Saludamos con alegría a los compañeros que van llegando. Pablo Nieto y Roberto Escalante, responsables del vídeo de promoción turística; Antonio el gitano de Tele Peñón -llamémosle con cariño y respeto por ese apodo que todos le dedican- y su compañero Paco; otro aguileño, Santi Velasco, ahora en COPE Cartagena; los maestros del oficio Joaquín Azparren y Paco, de Onda Regional; Mercedes Caparrós, del Ayuntamiento de Caravaca; Diana, de prensa de Jumilla... Mercedes Chereguini, ex compañera de 7RM ahora en el ramo de la Salud... y cómo no, Sergio Gómez y Fernando Francés, enviados por 7 Región de Murcia para cubrir la feria.
         Sabina se pelea -con éxito- con la conexión WiFi de FITUR; yo me meto un momento en Twitter para ir contando la jugada. Un tuit de Guadalupe Soltero -ese pedazo de rubia pepera a quien muchos queremos ver presidiendo esta Región, aunque sea con el Coleta- me permite conocer en persona a Patricia Fernández, la alcaldesa de Archena, que estaba en el stand promocionando el balneario y las aguas termales. Un momento muy agradable en medio de la vorágine.

Montiel con Santi Velasco, de la COPE


         Por su parte, y gracias a Isabel, Sabina tiene la oportunidad de conocer al alcalde de Pulpí mientras yo entraba en directo telefónico para Conexión GTM, el magacine tan bien llevado por mis hermosas compañeras Encarna Talavera, Gloria Sánchez, Marienca Fernández, Tere García... y por el también hermoso -en alma- José Galiano... No puedo saludar al alcalde, pero sí al ex consejero Antonio Sevilla, un hombre amable que ahora preside la Autoridad Portuaria de Cartagena.
         Ya veis que en esta ocasión me sobran los elogios; es que ir a FITUR me levanta la moral, qué demonios.

Callao, un taxista y dos paletos

         Nuestro primer taxista comenzó su jornada laboral del jueves por la mañana llevando a bordo a dos auténticos paletos.
         - Pijo, mira que es grande Madrid -dije yo.
         - Es enorme. Y todo lleno de coches -replicó Sabina.
         - Y yo que me quejo de que tardo veinte minutos de mi casa al cole de mis hijos...
         - ¿Veinte minutos? -se asombró Sabina-. ¿Cómo puede ser?
         - Pues ya ves.
         - ¿Y por dónde los llevas?

¡¡Chachoooo... cuánto coche!!

         Explicación minuciosa del itinerario Los Ángeles-Sutullena, con sus tres opciones urbanas principales, Complejo Europa-Feria, Puente del Eroski-Santa Clara y Puente del Eroski-Avenida Juan Carlos, que el taxista escuchó sin pestañear mientras zigzagueaba entre los diez o veinte carriles de la M-40.
         Un silencio reflexivo, y de repente el comentario fascinado de Sabina:
         - Este recorrido en Lorca ya nos habría costado 50 euros.
         La hago callar con una mirada de alarma y clavo la vista en el taxímetro, temiendo que el taxista le dé a alguna ruedecilla que haga avanzar las decenas de euro.
         Tras echar la segunda mañana en FITUR, volvemos a llamar a un nuevo taxista. No es que seamos millonarios, es que al pisar Madrid nos sentimos como Hansel y Gretel. Nos lleva una posible reencarnación de Otto, el conductor de autobús de Los Simpson, que guarda un silencio meditabundo hasta que le formulo la pregunta paleta de rigor:
         - Ese cementerio tan grande, ¿es la Almudena?
         - Así es -responde-. ¡Ahí deberían estar todos los canallas y todos los hijos de puta del mundo!
         Se viene arriba, se viene arriba. Le respondo que en el mundo hay mucho loco y me dice que eso son tonterías, que quien mata a una niña no está loco sino que es un hijo de puta. Y también quien acosa a una mujer, aunque ahí habría también mucho que decir, porque hay algunas... Mientras Sabina trata de sacar el trípode del maletero para darle con él en la cabeza, el hombre sigue diciendo que él nunca va al centro de Madrid porque eso es de paletos. Luego resultará que es de un pueblo perdido de Guadalajara, aunque nunca va a Guadalajara porque es una puta mierda encima de un cerro. Por último nos habla de su chiquillo, un cabroncete muy espabilao que a los cinco meses ya levantaba la cabeza, y remata la faena al extenderme la factura de la carrera, quejándose de que Antonio Marcelo Beltrán es un nombre muy largo. De hecho, cuando me da el papel descubro que lo ha puesto a nombre de Antonio Marcelo.
         El taxista se pierde en la distancia, alejándose de aquel antro de paletos que resulta ser la plaza del Callao. Pero no volvemos a pensar en él, porque en ese momento descubrimos un inmenso cartel en el que se proyectan unas imágenes de caballos y un rótulo: SEMANA SANTA DE LORCA. Unos vídeos que a principios de 2013 hicieron el reportero gráfico David Giner y los profesionales de MediaVisión Led -Kliché-, con guión de un servidor y locución del mismísimo Morgan Freeman español.
         Entre las iniciativas de promoción del Ayuntamiento de Lorca está bordar Madrid: se van a proyectar vídeos en un sitio tan céntrico como la calle de Callao, junto a la Gran Vía, a muy poca distancia del Corte Inglés más conocido de la Villa, de la Puerta del Sol y de un par de iconos más, como el edificio Schweppes por el que se descolgaba Santiago Segura a bordo de un tripi.


         A la hora convenida van apareciendo los miembros de la embajada lorquina en FITUR. El alcalde, Sandra Martínez, Francisco Montiel, Serafín Piñero, Javier Pinilla y Pencho Gil, responsables de prensa y protocolo... Joaquín, el conductor oficial del Ayuntamiento, llega satisfecho tras haberse enfrentado con éxito al maremágnum de las rondas y al cruce de Gran Vía con la calle de Alcalá. No ha aparcado en doble fila porque no le ha dado la gana, porque a ver quién tiene narices para tocarle a él el coche.
         Desde una boca de metro aparece Mario Garcés, antiguo comisionado del Estado para los terremotos de Lorca; una función que desempeñó con gran eficacia, sintiendo realmente lo que sentíamos y necesitábamos los vecinos de Lorca. Ahora, desde su puesto como número dos del ministerio de Fomento, sigue implicado con el destino de Lorca. Su presencia en Callao, junto al alcalde y los concejales, fue una muestra más.

Montiel, Garcés, Jódar y Sandra Martínez

         Los spots de la Semana Santa duran diez segundos, y aparecen a intervalos de pocos minutos. Sabina da instrucciones para grabar bien los planos: primero todos mirando a la pantalla, y cuando aparezca algo de Lorca, todo el mundo a darse la media vuelta y a posar.
         Allí nos quedamos unos minutos, un pequeño grupo de lorquinos reunidos contemplando la Carrera, ajenos al frío que baja de la sierra, un pelín cansados pero muy satisfechos, mientras los madrileños pasan a nuestro alrededor, centrados en sus propios pensamientos. Algunos de ellos levantan la cabeza intrigados y se detienen fascinados por la visión de los caballos encabritados y los mantos bordados.

El Retiro, traca final

         - Pijo, cuanto coche por todos laos.
         - Ya tiene que ser cara la calle Serrano.
         - Mira, la embajada de Japón con la bandera a media asta. ¿Sabe usted si se ha muerto el Emperador?
         Un nuevo taxista, silencioso e inmune a nuestros comentarios, nos deja en la puerta de Alcalá a mediodía del viernes, en nuestro último día cubriendo FITUR. Tenemos que darnos prisa: el cielo amenaza lluvia, y -por una vez- lo último que quiere la embajada lorquina en Madrid es que tengamos agua.
         Y es que el Ayuntamiento de Lorca ha conseguido que varias estatuas del parque del Retiro se vistan con mantos de nuestra Semana Santa. Una iniciativa insólita -así lo reconocerá la concejala responsable del distrito que engloba el Retiro-, que deja pasmados a los madrileños y los turistas que disfrutan del conocido pulmón verde de Madrid.
         Sabina y yo avanzamos un pelín despistados, bordeando el inmenso estanque del Retiro.
         - Parece un pelín más grande que la fuente del Óvalo -vocifero.
         - Por ahí se andará -replica ella, resignada.


         En un momento dado detectamos vida lorquina en las inmediaciones. Andrés Abellaneda se ha permitido el lujo absoluto, prácticamente insuperable, de aparcar la furgoneta de El Molino en pleno parque del Retiro, junto al estanque.



       Bajamos por una avenida amplia, flanqueada por pinos y castaños, con unos jardines en medio... y allí están, dignos, elegantes, nuestros bordados lorquinos. Abrigando a los viejos Reyes y embelleciendo aún más el parque del Retiro.



         Azules y Blancos, Blancos y Azules... de abajo arriba, empezando por la izquierda, el Moisés con Ramón Berenguer IV; Salomón con el rey Chintila; el manto de la Resurrección, con Alfonso I; el Magencio, con el rey don García; Ptolomeo, con la reina doña Urraca; y Ester, abrigando a Berenguela. El orgullo del arte de las bordadoras, arropando a las estatuas majestuosas, en el escenario de ese parque señorial, por el que pasan miles y miles de personas. Una escena efímera pero inolvidable y llena de sentimiento, como los propios desfiles de la Semana Santa.
         Por el Paso Blanco, su presidente, Lázaro Soto; por el Azul, el vicepresidente, Vicente del Rey. Toda la plantilla de Turismo, incluyendo a Juan Andrés Ibáñez, que en esta ocasión afirma que está representando a todos los lorquinos, incluyendo a los Azules... aunque no puede dejar de sonreír e hincharse de orgullo cuando contempla a Magencio o Salomón.
         El Alcalde, Sandra, Montiel... David Torres del Alcázar y su equipo, tratando a los bordados literalmente con guantes de seda... dos azafatas reparten folletos e imanes para las neveras madrileñas. Yo le recomiendo a Sabina que no le quite ojo al trípode, que por el Retiro hay mucho mangui. Decididamente la diplomacia va a ser lo mío. Los turistas pasan y se echan fotos; los madrileños dejan de hacer footing, o de montar en bicicleta, y se llevan sus folletos, rumiando que a lo mejor el próximo año podrían escaparse a Lorca y echarle un ojo a los museos o a la Semana Santa...
         Misión cumplida.













       Una docena de paradas de metro nos dejan en la casa de una amiga de Sabina. El último taxista nos lleva al aparcamiento próximo a FITUR donde hemos dejado el coche. Un último comentario de lo baratos que son los taxistas madrileños, y una observación sagaz de que la R-3 no es lo mismo que la A-3, que el hombre soporta estoicamente mientras se deja llevar por el GPS.

         Metemos los fardos en el maletero y nos alejamos de Madrid entre una lluvia intensa que ha descargado ahora que los bordados lorquinos ya están a buen recaudo y que las plumas aguileñas han dejado su huella en la retina de miles de madrileños. Los vídeos de la Semana Santa de Lorca siguen iluminando el pavimento mojado de la plaza de Callao. Y en su palacio de la Zarzuela, Felipe VI esboza una sonrisa recordando la emboscada que le tendieron los lorquinos; gente capaz de echarle una sonrisa y un buen par de narices a la vida, a pesar de las desgracias inmerecidas que hemos sufrido. 


Como el Alfonso X de la plaza de España,
cuando le dejaron sin espada



Podéis ver el momento exacto en que el Rey
rompe el protocolo en este enlace:

domingo, 25 de enero de 2015

Pantuflo, el Coletas y Max Power


         El líder de Podemos, Pablo Iglesias, dio anoche muestras de inteligencia y respeto hacia los medios de comunicación llamándole Don Pantuflo al periodista Eduardo Inda. Con su pelo blanco rizado, su tez pálida y sus patillas, este periodista se da un ligero aire al personaje de Don Pantuflo Zapatilla, el padre de los gemelos Zipi y Zape. Comoquiera que Inda estaba poniendo nervioso a Iglesias, éste optó por la salida demagógica, la falacia ad hominem: la misma que usaban los chulitos del recreo -algunos de ellos, con su flamante coleta rebelde- a la hora de marginar al gordo, el cuatro ojos o el tartaja.
         Pablo Iglesias debió pensar que apelando al remoto parecido entre el periodista y el personaje de tebeo iba a hacer que éste perdiera los nervios, o quizás iba a lograr que los espectadores del debate dejaran de prestar atención a los argumentos de su oponente. Ya se sabe que no es lo mismo llamarse Homer Simpson que Max Power.
         Inda -Abc, El Mundo, Marca, Antena 3, La Sexta- siguió adelante con sus argumentos, recordándole al político que a él le apodan el Coletas, y le retó, en otro orden de cosas, a que se pusiera un pin con la bandera de España que había traído consigo. Iglesias respondió que no aceptaba regalos de desconocidos y siguió llamándole Pantuflo con prepotencia, mientras la pléyade de podemitas se refocilaba en las redes sociales pidiéndole a Pantuflo que se callara.
         La verdad; no espero gran cosa de las masas que votan a Podemos. Creo que en su inmensa mayoría son antiguos votantes del PP/PSOE -y eso, cuando el domingo electoral no salía con sol-, responsables por tanto de toda la política de los últimos años, reconvertidos al antisistemismo tras verse arruinados por las políticas que ellos ratificaron con su voto, fascinados por esa Stacey Malibú que trae un sombrerito nuevo. Iglesias no me parece más que un demagogo, que podría haber aparecido en la vertiente xenófoba, de pelo rapado, pero ha aparecido en la vertiente rrrrrevolusionaria, pronúnciese con cinco erres como lo haría Fidel. Un señor que ha sabido canalizar el descontento, aprovechándose de que el trabajo honesto de Izquierda Unida ha quedado siempre oscurecido por esa falta de cohesión, esa pluralidad de siglas, ese descafeinar la ideología para que todos, todas, tod@s y todxs estemos a gusto.
         En cualquier caso, el mismo fulano que se queja de que Rajoy se plasme a través de un plasma se ha permitido la licencia de faltarle al respeto a un periodista con un mote idiota, y además de idiota rancio, y además de rancio realmente oportuno, ya que Iglesias dice que va a montar un zipizape que incluye someter a referéndum la Semana Santa, aunque eso de salirse del euro o dejar de pagar la deuda externa ya no se podrá decidir en referéndum porque él y su sanedrín ya lo han descartado en nombre de todos. Y de todas.
         La petulancia del camarada Coleta y su gusto por los motes me han hecho recordar algunos apodos políticos con los que nuestros padres y abuelos se referían a los dirigentes que les cayeron en suerte.
         Los que ya no cumplimos los treinta, ni los cuarenta, recordamos todavía cuando a Leopoldo Calvo-Sotelo le llamaban la Esfinge, o Mortadelo. Eran los años de la Transición, cuando Felipe -que en la dictadura fue Isidoro- lanzaba al Guerra a pelearse contra el Duque o el Guti, bajo la mirada sarcástica del Viejo Profesor. A los más jóvenes les quiero recordar que el Guti era el teniente general Manuel Gutiérrez Mellado; el Viejo Profesor era como llamaban a Enrique Tierno Galván -catedrático socialista, hombre de una erudición inmensa y antecesor en la alcaldía de Madrid de Juanito Precipicios, o Juan Barranco. En cuanto al Duque, fue como dieron en llamar a Adolfo Suárez después de ser ennoblecido por Juan Carlos I el Breve. Aunque, si he de quedarme con algún apodo, me quedo con el genial Tejerrero de Miñón con el que Interviú denominaba a Miguel Herrero de Miñón, en los años en los que a mí lo que más me interesaba de aquella revista eran los chistes.
         Más adelante llegarían el Califa -que fue como se llamaba a Julio Anguita, por su origen cordobés y su perfil barbudo y aguileño, a lo Abderramán III, que no Boabdil-, y finalmente Bambi, aunque a éste ya le pilló la era de los SMS y tuvo que conformarse no con un mote sino con un logo, ZP.
         En sus primeros años, al general Franco le apodaban Franquito, Cerillito o el Comandantín, a causa de su poca estatura y su voz de pito. El diminutivo familiar era Paquito, claro, para diferenciarle de Pacón: el teniente general Francisco Franco Salgado-Araujo, su primo, que se pasó toda su carrera militar sirviéndole de ayuda de cámara y a quien los libros recuerdan como Pacón Franco.
         Durante la dictadura, ponerle motes a los dirigentes podía acarrear pena de cárcel o algo peor, pero eso nunca fue un obstáculo para el ingenio de los españoles. Así, como Franco se había proclamado Generalísimo de los Ejércitos, a su cuñado Ramón Serrano Súñer le apodaron el Cuñadísimo, mientras que a la mujer del Caudillo se la llamaba Carmen Collares por la profusión de joyas con la que aparecía en público.
         Por cierto, que a otro de los miembros de la dinastía, el pionero de la Aviación Ramón Franco, le conocieron como el Chacal primero sus amigos anarquistas y luego los fascistas liderados por su hermano.
         Al almirante Camilo Alonso Vega se le apodaba Camulo por su presunta estulticia, mientras que a otro almirante, Carrero Blanco, le llamaban el Cejas por razones que no tendré que explicar. Al ministro falangista José Solís se le llamaba la Sonrisa del Régimen, porque era un lobo con sonrisa Profidén, y al democristiano Joaquín Ruiz Giménez le apodaban Sor Intrépida. Por su parte, a Carlos Arias Navarro se le conocía con el sobrenombre, mucho menos simpático pero bastante más certero, de Carnicerito de Málaga, por su actuación como fiscal después de la guerra.
         Las figuras del Ausente -José Antonio Primo de Rivera, que seguía dirigiendo la Falange después de muerto, más como Rebeca que como el Cid Campeador- y el Protomártir -José Calvo Sotelo, asesinado como represalia tras el asesinato de un oficial socialista- planearon sobre el Franquismo durante cuarenta años. Por su parte, los catalanistas tuvieron a su propio President Màrtir, Lluís Companys, apresado en Francia por la Gestapo y fusilado en Montjuïc, que había sucedido en la Presidencia de la Generalitat a Francesc Macià, l'Avi -el Abuelo.
         Otros dirigentes de aquellos años fueron la Pasionaria -Dolores Ibárruri, líder de los comunistas prosoviéticos-, Gorkin -Julián Gómez, líder de los comunistas troskistas del POUM-, o los dirigentes de las dos facciones del PSOE de los años 30: el Lenin Español -Francisco Largo Caballero- y don Inda -que era Indalecio Prieto, y no algún pariente del amigo Pantuflo. Entre los poderes fácticos, imposible olvidar al general José Sanjurjo, el León del Rif.
         En cuanto a los mismísimos Presidentes de la II República, a Manuel Azaña le llamaban el Verrugas igual que le podrían haber llamado Cara de Sapo, dicho sea con el debido respeto hacia su obra reformista; en el caso de Niceto Alcalá-Zamora, el apodo de el Botas pienso que iba más allá de su querencia por este tipo de calzado. Los obreros y campesinos que se vestían con trapos no podían olvidar los origenes elevados, caciquiles, de aquel señorito cordobés.
         Y no me resisto a recordar que, tras la abolición de los títulos nobiliarios, a Álvaro de Figueroa y Torres tuvieron que llamarle el Ex Conde de Romanones hasta en los documentos oficiales, porque por su apellido no le conocía nadie.
         A Antonio Cánovas, sus admiradores le llamaron el Monstruo, como si fuera un futbolista o un torero. Harto de vaivenes políticos, y de la amenaza republicana y anarquista, creó un sistema que se parecía en todo a una democracia, salvo en su fondo democrático. Una monstruosidad que duró cerca de medio siglo -los reinados de Alfonso XII y Alfonso XIII, incluyendo la regencia de María Cristina, la Reina Gobernadora- gracias a la connivencia del otro hombre fuerte del momento, Práxedes Mateo-Sagasta, a quien apodaron el Viejo Pastor. Aunque, si es por motes, siempre me quedo con aquél de la Daga Florentina que le destinaron a Francisco Silvela, porque en el debate político era tan afilado como letal.
         Cuando era una niña, la reina Isabel II, la de los Tristes Destinos, llamaba el General Bonito a Francisco Serrano, que fue uno de sus primeros amantes. Y es que a la pobre la habían casado nada menos que con Paco Natillas, su primo el príncipe Francisco de Paula de Borbón. La canción decía que Paco Natillas es de pasta flora, y mea en cuclillas como una señora; y es que los hombres fuertes de la Corte le impusieron al marido más dócil que encontraron, pensando que así ellos iban a poder mangonear a la Reina. Entre los hijos de la Reina, y quién sabe si de su regio esposo y primo, estuvieron Alfonso XII el Pacificador y la infanta Isabel, a quien apodaron la Chata por su apariencia física.
         Tras unos primeros años bajo la amenaza de su tío Carlos Quinto, y tras vencer al Tigre del Maestrazgo, el general Ramón Cabrera, Isabel II pudo compartir el poder con sus cuatro duques: el duque de la Victoria, el de Tetuán, el de Valencia y el de Reus, es decir, los generales Baldomero Espartero, Leopoldo O'Donnell, Ramón María Narváez -a quien conocían como el Espadón de Loja- y finalmente Juan Prim, aunque fue precisamente éste quien logró expulsarla del trono.
         En cuanto al padre de Isabel II, es bien sabido que Fernando VII empezó siendo el Deseado para convertirse en el Rey Felón. Aunque los más atrevidos le cantaban aquella canción de ese narizotas cara de pastel. Como es bien sabido, a Fernando le devolvieron el trono los españoles, en una guerra contra las tropas de Pepe Botella, el Rey Intruso. Una contienda en la que destacaron guerrilleros como Chaleco, Chamorro o Chapalangarra -me encanta citar estos nombres juntos-, además de Juan Martín, un vallisoletano al que llamaban el Empecinado, porque por su pueblo pasaba un río con pecina, con cieno, y que logró convertir su mote en sinónimo de terquedad.
         En fin; en España nunca ha hecho falta ser el Fénix de los Ingenios, o tener la mili del Manco de Lepanto, a la hora de rebautizar a nuestros vecinos. Un servidor lleva años asintiendo comprensivo cuando alguien saca a colación a Juana la Beltraneja, como hicieron en su día su padre, su abuelo y su bisabuelo; aunque afortunadamente la incultura generalizada está relegando al olvido a esta pariente de Juana la Loca.
Recordemos que somos herederos directos de los romanos, que llamaron Calígula a un emperador porque de niño vestía botitas pequeñas, y Cicerón a uno de sus grandes oradores porque alguno de sus antepasados había tenido alguna relación con los garbanzos -que aún en valenciano conocemos como cigrons-. De manera que no nos debería extrañar que el Gran Wyoming se burle del Pequeño Nicolás, o que un maestro de la demagogia le llame Pantuflo a un periodista entre los aplausos de su pléyade de Rompetechos.
         Para terminar este artículo, que sin duda me ha quedado demasiado largo, quiero dejaros con una retahíla de apodos que emplean hoy en día los argentinos. Os animo a que le pongáis nombres y apellidos de España a esos apodos de ultramar, porque algunos desde luego valen su peso en oro:
         Cristina Fernández de Kirchner es Palito de Yerba: Nada en el mate.

         Sus amigos de correrías reciben nombres como:
         Pollo Asado: Está quemado hasta el culo, pero sigue dando vueltas.
         Delfín de Acuario: Cuando trabaja hace payasadas y cuando no, nada.
         Cuarto Polvo: Todo el mundo habla, pero nadie lo echa.
         Cubo de Plástico: Se raja en cualquier momento.
         Supositorio: Lo pusieron con el dedo, pero lo van a sacar cagando.
         Alpargata: Le da lo mismo ponerse a la izquierda que a la derecha.
         Paloma de Campanario: A los primeros que cagó fue a los fieles.
         Bolsillo de Atrás: No sirve ni para rascarse las bolas. 

jueves, 22 de enero de 2015

Bordados, vírgenes y leucocianizaciones

         El Centro Cultural de Lorca acoge estos días la exposición de trabajos que participaron en el concurso para el cartel oficial de la Semana Santa 2015. Un total de 17 artistas, casi todos lorquinos menos algunos que son de Madrid, Alicante o Pamplona. Y estilos muy diversos, como podréis ver a continuación.


"Leucocianízate", de Laura Zamora (fragmento)


         Éste es el cartel ganador, obra del lorquino Francisco Soriano Lizarán. Un motivo que parece bordado sobre el lienzo, porque el autor ha querido destacar la importancia de los bordados, y su posible reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad ante la Unesco:


"Bordado de una Pasión", de Francisco Soriano,
cartel oficial de la Semana Santa 2015

         Algunos carteles son clásicos... otros son rompedores, con reminiscencias de Dalí. Hay auténticas rayadas, como la Gestalt o esa Leucocianización azul y blanca, blanca y azul... valga la doble redundancia ;)

         Os recomiendo que os paséis por el Centro Cultural para ver esta exposición que estará abierta hasta fin de mes. Una buena muestra de la cantera de artistas lorquinos, y de la pasión que despierta la Semana Santa. 











  








Rafael Ruiz (PSOE Lorca) se convierte en concejal no adscrito

         Como ya sabéis, buena parte de la antigua cúpula del PSOE de Lorca, encabazada por Daniel Martínez Fajardo, ha presentado su dimisión, y ha tramitado su baja del partido, denunciando que la dirección regional y la nacional les han puenteado.
En concreto, y siempre según ellos, Rafael González Tovar ha seguido apoyando a Isabel Casalduero en detrimento de Fajardo, que le ganó las primarias a secretario general. Algo con lo que ha transigido el entorno de Pedro Sánchez, en Ferraz, puesto que Fajardo era un dirigente incómodo.
Tanto Casalduero como Tovar han respondido recordando que todos los procesos internos del PSOE tienen garantías suficientes, y están abiertos a cualquier tipo de inspección.
Bueno. Uno de los concejales de PSOE en Lorca, Rafael Ruiz, anunció en su día que apoyaba la decisión de Fajardo y que se iba a sumar, saliéndose del grupo municipal socialista y pasando a ser concejal no adscrito; lo que en otras situaciones se denomina pasar al grupo mixto, sólo que en Lorca dicho grupo no existe como tal. Pero para el caso es lo mismo.
Ruiz afirmó que no dejaba el acta por respeto a los lorquinos que habían confiado en él. Una decisión que yo no comparto, ya que en un sistema de listas cerradas el acta pertenece al partido, no a la persona. La persona debe obedecer las directrices de su partido, que emanan a su vez de la asamblea de votantes y son ratificadas por los ciudadanos en las urnas. Y si no le gusta, debe dimitir y volver a presentarse a las próximas elecciones.
Quizás soy un nostálgico que sigue añorando los tiempos en que la gente votaba a una ideología, encarnada en un partido, y no a una marca comercial -Podemos, Ganemos, Ciudadanos, Vox-, que no da pistas de lo que hay en el interior sino que apela a la psicología, a sentirse parte de un caballo ganador.
El concejal Ruiz ha difundido entre los medios de comunicación en el que explica su decisión, da sus razones y critica de manera directa al portavoz municipal del PSOE y diputado regional, Manuel Soler. Básicamente, viene a decir que Soler en primer lugar se unió al bando de Tovar y le apoyó como dirigente regional; como éste no le hizo demasiado caso, apoyó a Fajardo (el candidato anti-Tovar, según él) como secretario general de los lorquinos; luego quiso ningunear a Fajardo, pero no lo logró y entonces volvió a pegarse a Tovar.
Sin más comentarios, reproduzco en su totalidad el comunicado de Rafael Ruiz, para que cada uno saque sus propias conclusiones.

Rafael Ruiz, en su rueda de prensa de hoy
(foto aportada por R. Ruiz)


Declaraciones en la rueda de prensa de hoy,
jueves 22 de enero de 2015

Hoy les convoco para anunciarles que he tramitado mi baja del Grupo Municipal Socialista y paso a integrarme en la Corporación Municipal como concejal no adscrito. También quiero comunicarles que con fecha de 19 de enero solicité mi baja del PSOE con profundo pesar. Quisiera expresar mi respeto hacia los cientos de miles de militantes y simpatizantes que ha tenido y tiene este centenario partido y con el que he venido colaborando muchos años antes de ser militante. También quiero aclarar que sigo manteniendo mi acta de concejal por respeto al Ayuntamiento de Lorca y a los lorquinos y lorquinas, para los que seguiré trabajando hasta el final de la legislatura.
Tomo esta difícil decisión con evidente dolor debido a los motivos que ya adelanté en rueda de prensa el jueves 15 y que me han llevado a abandonar una organización en la cual, a día de hoy, no puedo depositar mi confianza en sus principales dirigentes.
Respecto a mi abandono del Grupo Municipal Socialista, quisiera explicarles que no es una decisión que haya tenido su origen en los hechos denunciados recientemente desde la cúpula de la Comisión Ejecutiva Local del PSOE Lorquino sino que viene de mucho antes y que así se lo hice saber a nuestro Portavoz Municipal en el mes de septiembre; incidiendo en que si esta situación en el Grupo no variaba, me vería abocado a tomar la decisión de la que hoy les informo.
Durante mis 44 años de vida profesional nunca he tenido que vivir situaciones parecidas a las que desde el comienzo de la legislatura he sufrido en el Grupo Municipal Socialista. A mi juicio, todo tiene su origen y se desarrolla a lo largo de estos tres años y medio por el comportamiento inseguro, variable e incoherente del Portavoz Municipal, don Manuel Soler Miras.
En un principio, este señor apoya la candidatura a Secretario General de la Agrupación Socialista Lorquina de Daniel Martínez Fajardo. Obviamente, esta decisión supone un enfrentamiento manifiesto en contra del Secretario General del PSRM, Rafael González Tovar, quien, como es por todos conocido, auspiciaba la candidatura a Secretario General de la Agrupación Socialista Lorquina de doña Isabel Casalduero, Vicesecretaria del PSRM.
Cabe recordar que el señor Soler Miras había manifestado de forma pública su apoyo a Rafael González Tovar en la elección de Secretario General del PSRM y que, a cambio, no fue incluido en la Comisión Ejecutiva Regional ni fue avalado como Secretario General de la Agrupación Socialista Lorquina por el aparato regional, aunque este era su objetivo.
Poco tiempo después de salir elegido como Secretario General de la Agrupación Socialista Lorquina Daniel Martínez Fajardo, el señor Soler Miras comienza a querer pasar factura al respaldo prestado a Martínez Fajardo intentando imponer cómo debe ejercer el Secretario General sus funciones. Con este objetivo, se celebran varias reuniones a las que yo asisto y en las que se exige al Secretario General que siguiera una serie de instrucciones, incluso calificando qué personas son válidas o no válidas, que con buen criterio, el señor Martínez Fajardo nunca acepta.
Paralelamente a estos hechos, el señor Soler Miras se une al grupo de oposición al Secretario General del PSRM, Rafael González Tovar. Se celebran varias reuniones en distintas ubicaciones con la presencia de diputados regionales, algún ex diputado regional y otros altos cargos del PSRM.
En la medida en que esta operación se va desvaneciendo en el tiempo, el señor Soler Miras vuelve a dar un giro radical consistente en una indisimulada, vehemente y sobreactuada aproximación al Secretario General del PSRM, Rafael González Tovar; sin saber muy bien en busca de que objetivo, aunque lo podemos imaginar.
Tienen ustedes que entender cómo todos estos constantes virajes del Portavoz Municipal sientan en el seno del Grupo Municipal Socialista, profundizando en la división y fracturación interna existente y haciendo un seguidismo extremo de las posiciones del señor González Tovar.
Como colofón a la zigzagueante trayectoria política del señor Soler Miras, llegamos a las primarias a la alcaldía de Lorca del PSOE Lorquino, donde el Portavoz Municipal, bajo el dictado del señor González Tovar, toma una postura activa y pública a favor de la candidatura del señor Mateos Molina. El señor Soler Miras no tiene reparos en dividir a la Comisión Ejecutiva Local del PSOE Lorquino, a través de las personas que él mismo había impuesto en ésta, fomentando la deslealtad hacia el Secretario General, Daniel Martínez Fajardo.

Bajo la perspectiva de mi dignidad como persona, no puedo entender el variable y voluble comportamiento del señor Soler Miras a no ser que alguien lo pudiese entender como, presuntamente, un interés en querer mantenerse en la política activa al precio que sea.