Ayer se puso la primera piedra de la reconstrucción del Residencial San Mateo, uno de los edificios emblemáticos de Lorca por sus dimensiones y su ubicación en el centro de la ciudad.
Las imágenes de la demolición -a medidados de julio de 2011- fueron devastadoras, con dos grúas grandes trabajando en paralelo para echar abajo el gigantesco complejo en forma de U. Fue además una sorpresa, porque la gente no se esperaba que esos edificios estuvieran condenados. Sabíamos -era obvio- lo que pasaba en La Viña, sabíamos lo de San Fernando... y de repente nos dijeron que el Residencial San Mateo, nada menos, también tenía que ir abajo.
Como todos sabéis, en la actualidad hay un solar gigantesco, que permite ver la iglesia de San Mateo y la Torre Alfonsina desde la avenida Juan Carlos. Ayer, cerca de cincuenta personas, entre políticos, periodistas, técnicos y vecinos, nos juntamos en el solar para asistir al acto de la primera piedra; de hecho, nos reunimos en lo que antes era un garaje.
Algunos vecinos, como mi amigo Cayetano, recorrieron el suelo de cemento hasta encontrar su propia plaza de garaje invadida ahora por las plantas después de un año y medio a la intemperie. Otros calculaban a qué altura del solar había estado su casa, fijándose en las marcas de los escombros dibujadas en los edificios adyacentes y emocionándose al distinguir el alicatado de la cocina, un fragmento de estantería del cuarto de baño e incluso el extintor de su rellano, colgado ahora en el vacío a varios metros del suelo.
Pero no era momento para emocionarse por lo perdido, sino para tener un poco de esperanza respaldada por los hechos. Parafraseando a los del 68, debajo de los adoquines están las casas. Don Manuel Soler, uno de los vecinos más veteranos del complejo, fue el encargado de colocar la primera piedra en uno de los rincones del garaje.
Primera piedra del Residencial San Mateo |
El nuevo residencial tendrá 97 viviendas, con una superficie habitable de 12.800 m2. En vez de una planta de garaje contará con tres, con un total de 204 plazas; algo que beneficiará a los vecinos y dejará de rebote más plazas de aparcamiento libres en la avenida, que falta hacen. Habrá demás 113 trasteros, además de bajos comerciales con una superficie total de 1.586 m2.
Proyecto del nuevo Residencial San Mateo. Foto: Ayuntamiento de Lorca |
El edificio mantendrá su forma clásica de U, con una plaza en el interior. Además se introduce una novedad que repercutirá en toda esta zona de Lorca, porque se va a abrir una calle peatonal a sus espaldas. El callejón comenzará en la calle Presbítero Emilio García, a la altura del Centro Comercial -mirando a la fachada, a mano derecha-, pasará por detrás del Residencial San Mateo y desembocará a espaldas del Palacio de Guevara, en los soportales del edificio Torrelorca.
Durante el acto, el alcalde nos dio la noticia de que este verano volverá la gente al edificio Benemérita, que ya ha sido reconstruido. Aunque todavía necesitamos muchísima ayuda, creo que la fecha en que una familia pase la primera noche en un edificio reconstruido cerrará de alguna manera un paréntesis que se abrió el 11 de mayo del 11. Ya hay alguna vivienda unifamiliar que ha vuelto a ser habitada; todas las desgracias son iguales, pero visualmente los derribos que más han marcado han sido los más grandes, los espectaculares.
Creo que en Lorca necesitamos ver que uno de esos edificios de donde la gente se fue con la ropa en bolsas de basura, que luego fueron reducidos a escombros por las máquinas, vuelve a estar en pie y con gente dentro.
Francisco Jódar hizo también un análisis global sobre los edificios demolidos: en la actualidad hay 600 viviendas en reconstrucción (555 pertenecientes a bloques colectivos, y 45 unifamiliares). De las 1.150 viviendas demolidas, cerca de un millar ya lo tienen todo resuelto para empezar a reconstruir.
En breve -siempre según el alcalde-, van a empezar las obras de reconstrucción de los edificios Viña 5 y Marsilla, ambos en la Viña, que suman un total de 64 viviendas; y hay otros 8 edificios a los que también se ha concedido las licencias correspondientes.
Volviendo al Residencial San Mateo, tiene un plazo de ejecución de 24 meses, así que, si todo va bien, los camiones de mudanzas podrían regresar en el verano de 2015, permitiendo que un centenar de familias retomen su vida cotidiana en el momento en que todo se torció, aquel maldito miércoles 11 de mayo a las cinco y cuarto de la tarde.
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