La Oficina Periférica de Comunicación (OPC) de la Guardia Civil, informa de la detención de tres personas que presuntamente integraban una banda especializada en desvalijar coches en áreas de servicio de la A-7 en el tramo murciano.
El modus operandi era obvio: se acercaban a los coches aparcados, y les reventaban el cristal, o bien uno distraía a los ocupantes y los otros se llevaban las cosas, e incluso una vez le dieron el tirón a una mujer que acababa de salir del coche. Se llevaban lo típico que puede llevar uno en su coche: bolsos, carteras, teléfonos móviles o pequeños equipajes. Para evitar ser identificados por las víctimas, o incluso por las cámaras de seguridad que puede haber en las gasolineras, llevaban el coche con las matrículas tapadas.
La Guardia Civil actuó tras notar que aumentaba el número de denuncias en las áreas de servicio de la A-7, y estableció dispositivos de vigilancia. Uno de ellos permitió detener in fraganti a tres sospechosos que estaban a punto de robar en el interior de un coche estacionado en el área de descanso de Librilla.
Por ahora se han esclarecido ocho delitos de robo con violencia, robo con fuerza en las cosas y hurto cometidos en los términos municipales de Alhama, Librilla, Lorca y Puerto Lumbreras. Los detenidos son tres hombres de nacionalidad rumana y edades entre los 20 y los 28 años. Dos de ellos residen en San Javier y el otro en Paterna (Valencia), y todos tienen numerosos antecedentes policiales.
Los hechos han pasado a disposición de un juzgado de Totana. Lamentablemente, no hay una ley que les mande de vuelta a Rumanía de una patada en el culo, así que a estas alturas es muy probable que vuelvan a estar circulando por nuestras autovías, contemplando el paisaje de los coches aparcados.
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