La Oficina Periférica de Comunicación (OPC) de la Guardia Civil, informa de la detención de un cazador furtivo que estaba cazando jilgueros sin respetar la veda, para luego venderlos de manera ilegal.
La actuación policial se produjo en la pedanía de El Jimenado (Torre Pacheco), y ha recibido el nombre de Operación Pico II. Unos agentes del Seprona sorprendieron en una finca a una persona, miembro de una sociedad ornitológica, que estaba cazando jilgueros con la ayuda de tres ejemplares que le servían de reclamo. Los demás pájaros escuchaban los trinos, se acercaban y eran cazados con redes y otros utensilios.
Cuando fue descubierto, el furtivo había cazado 36 ejemplares, que fueron liberados en el campo por los agentes tras tramitar la documentación necesaria. Los 3 ejemplares que le servían de señuelo han sido entregados en el centro de recuperación de fauna silvestre El Valle, ya que los expertos consideran que, al haber estado tanto tiempo en poder del cazador, ya no sabrían adaptarse a la vida en libertad.
Según la OPC, el furtivo ha sido denunciado ante la dirección general de Medio Ambiente, por varias infracciones en la normativa de protección de la fauna: entre ellas, la captura en época prohibida y superando el número de ejemplares autorizados. El objetivo de este tipo de caza es vender los ejemplares, que luego son adiestrados para el canto.
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