Por fin empiezan a verse algunas luces en la reconstrucción de la iglesia del Carmen. La sede del Paso Morado ha tenido malos números en esa auténtica lotería de la reconstrucción que está sufriendo Lorca. Tuvieron que cumplirse casi dos años de abandono -exceptuando los trabajos de emergencia para que no se viniese abajo-, hasta que el Estado decidió aprobar una partida de 600.000 €, a través del ministerio de Cultura.
En los dos últimos años hemos podido ver las imágenes de los morados, incluyendo la Última Cena más antigua de España, pasando la Semana Santa debajo de una carpa a pocos metros de la fachada barroca que está apuntalada no, lo siguiente, y con más vigas de metal que la estación de Atocha.
Esta mañana, el alcalde Francisco Jódar ha visitado las obras de restauración de esta iglesia declarada Bien de Interés Cultural, que ha estado a punto de convertirse en una escombrera por la lentitud de las Administraciones. Además de ser un edificio con valor cultural, y muy arraigada en el corazón de miles de lorquinos, la iglesia del Carmen es un edificio ubicado en pleno casco antiguo, en una de las zonas con mayor afluencia de tráfico y de peatones de la cidudad. Debería haberse arreglado hace muchísimo tiempo.
¿Qué le pasa a la iglesia? Las cubiertas, los arcos, los tabiques... todo resultó muy afectado por los terremotos. Pero lo fundamental es que la fachada se separó de la nave, y empezó a venirse hacia adelante poco a poco, como un puente levadizo al que se le va aflojando la cadena. Por el momento no hay plazos de inauguración; bastante con que al final alguien se ha acordado del Carmen.
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