viernes, 17 de mayo de 2013

Como el caballo de Atila

         Después de una amplia investigación, la Guardia Civil ha detenido a dos individuos que llevaban tiempo actuando como el caballo de Atila, provocando daños de todo tipo en las dos Sangoneras, Librilla y otras localidades de esa parte de la Región. Una de sus últimas hazañas fue quemar vivo a un gato con productos químicos. También se les imputa la quema de cincuenta contenedores de basura y de ropa, y la colocación de obstáculos en diversas carreteras y en la autovía, que provocaron una decena de accidentes de tráfico.
         Los imputados son dos españoles de 26 y 36 años; unas edades más que respetables para cometer este tipo de actuaciones que no se le ocurren ni a los adolescentes más estúpidos. Aunque esto no es estupidez, es maldad. Ganas de hacer daño cobardemente, como se demuestra con la tortura al gato.
         La Oficina Periférica de Comunicación (OPC) de la Guardia Civil informa de que el operativo comenzó tras la quema de varios contenedores de basura y palets de madera en las pedanías murciana de Sangonera la Verde y Sangonera la Seca, que coincidieron con la colocación de obstáculos en varias carreteras de la zona. Los guardias llegaron a la conclusión de que había una o varias personas detrás de todos estos hechos, e incrementaron su presencia en varios lugares que pensaron que podían atraer a los delincuentes.
         Ayer, jueves 16, los agentes interceptaron un vehículo ocupado por dos personas sospechosas; llevaban botellas de lejía y amoníaco, además de tablas de madera con púas hincadas en ellas -que se podían colocar en la carretera para reventar ruedas- y cable de cobre robado del alumbrado público de Sangonera la Seca.
         De manera inmediata, los agentes les imputaron un hecho espantoso que se había producido poco antes en plena calle: la quema de un gato vivo con productos químicos como los que llevaban en el vehículo.
         Por el momento, además de la tortura y muerte del animal, se les imputa el incendio de más de 50 contenedores de basura en las dos Sangoneras, Librilla y Las Torres de Cotillas; el robo de cable de cobre; varios delitos contra la seguridad vial al haber colocado -siempre presuntamente- piedras de gran tamaño y otros obstáculos en vías rápidas de la Región, en las inmediaciones de Murcia: la A-7, la A-30, la RM-15 y la RM-19. La colocación de estos obstáculos ha provocado una decena de accidentes con daños a una veintena de vehículos.
         Los detenidos son dos españoles, de 26 y 36 años, residentes ambos en Sangonera la Seca. Si los hechos que se les imputan son ciertos, esperemos que reciban una condena que les mantenga durante muchísimo tiempo fuera de las calles, porque estaríamos hablando de auténticos psicópatas.

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