Lorca cuenta con un Premio Planeta de adopción. El escritor Emilio Calderón nació en Málaga, pero le profesa un afecto a los lorquinos en general, además del amor hacia una lorquina en concreto: su mujer, la periodista Mari Luz Bravo. Esta pareja siempre tiene a Lorca en sus pensamientos, y por eso siempre la incluyen dentro del recorrido de presentación de las novelas de Calderón, poniéndonos al mismo nivel que Barcelona o Madrid.
Calderón es uno de los escritores actuales más prolíficos. Hace un par de meses presentó en Lorca su novela La cosecha humana, una novela negra con crímenes vinculados a una trama internacional de trasplantes de órganos, ambientada en una Jerusalén donde conviven judíos enemigos del Estado de Israel y mujeres palestinas que aplauden la existencia de la única democracia de la zona. Todavía tenemos fresco el recuerdo de Sarah Toledano y Lautaro Keller, y nos presenta La biblioteca.
Las bibliotecas son lugares misteriosos, que contienen infinidad de historias. Algunas, como la de Borges, lo contienen todo por definición; otras, como la de Eco, son un peligro en sí mismas. Y la de Calderón resulta una mezcla de estos dos recintos tan emblemáticos. Unos delincuentes misteriosos obligan al protagonista a ir a la Biblioteca Nacional a robar un libro para ellos. Cuando se acerca al libro, nuestro hombre descubre que en sus páginas se está contando su propia vida...
La biblioteca se desarrolla entre libros e historias. Un piso que debe permanecer cerrado a cal y canto, porque a su joven dueña podría matarla la luz del sol... y los pasillos de la Biblioteca Nacional de Madrid, que a mí una vez que quise entrar me echó fuera un conserje por razones que no vienen al caso, pero que nuestro Planeta de adopción conoce como la palma de su mano, ya que lleva una pila de años siendo el lugar en el que se refugia para crear otros mundos, o quizás para acercarse a los mundos que ya existen y compartir con nosotros su propio análisis.
Calderón, que además de Planeta es también Premio Fernando Lara, tiene un estilo propio que lo hace fácilmente reconocible. Un escritor con una cultura muy amplia y diversa, pero al mismo tiempo campechano, que satisface tanto al público erudito como a los amantes de la acción. Escribe novelas cultas y serias, pero cuando entras en sus páginas te encuentras también el dinamismo y el sentido del humor. Pienso que él debe de ser también así: serio y pausado en las formas, y desenfadado -iba a decir un cachondo mental, pero me controlo- cuando se le conoce mejor.
Bueno. De momento hay que ir a echarle un vistazo al libro, que, por cierto, en esta ocasión está editado por Zut, una potente editorial malagueña con un amplio catálogo, que por cierto hace un par de meses rechazó cortésmente leer un manuscrito mío, y si no lo digo, reviento :)
La biblioteca se presenta este viernes, a las 20:30h, en el Aula Cultural Cajamurcia, de Lorca. Unas horas más tarde será de nuevo 11-M, se cumplirá el segundo aniversario de los terremotos. Emilio y Mari Luz, como tantos de nosotros, también han sido víctimas de los seísmos. Me parece una muestra de sensibilidad, por su parte, que hayan querido estar en Lorca en esta fecha. Y que lo hagan, además, trayendo a la ciudad un acto tan positivo como la presentación de un libro que promete tener alcance internacional. Recordemos que a Calderón ya le han traducido a 23 idiomas.
Hay que leer a Emilio Calderón. Hay que acercarse a ese palco escrito por Serafín Estébanez; otro Calderón, solitario, malagueño y pariente de don Antonio Cánovas. En resumen, hay que entrar en su biblioteca y ayudarle a robar el libro, a ver si es verdad aquello que decían fray Guillermo de Baskerville y su pupilo Adso, a las puertas de otro recinto del saber: De te fabula narratur. De ti habla la fábula.
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