La Oficina Periférica de Comunicación
(OPC) de la Guardia Civil informa de una operación combinada entre esta fuerza
de seguridad y el Cuerpo Nacional de Policía, que ha permitido liberar a un
grupo de mujeres obligadas a ejercer la prostitución bajo la amenaza de
rituales de vudú, y muchas veces con sus hijos pequeños como rehenes.
La banda criminal empezaba a actuar en
Nigeria, captando a mujeres jóvenes muy pobres y diciéndoles que en Europa se
iban a poder ganar la vida. Preferían a mujeres embarazadas, porque así
legalmente podían permanecer en España cuando tuvieran al hijo; incluso
llegaban a violarlas para asegurarse de que se quedaban embarazadas.
En Nigeria las sometían a rituales de
vudú; una cosa que para ellos es tan serio como cualquier juramento religioso
para un creyente. A nuestros abuelos también les convencían de muchas cosas con
la amenaza del Infierno. Para estas mujeres, había un castigo terrible y real
esperándoles si hacían enfadar al individuo que les había practicado el vudú. Un
sujeto al que denominaban Gid-man.
Y, si no estaban convencidas, se
convencían aún más porque las madames
se quedaban con sus hijos como rehenes mientras ellas se prostituían. Porque
eso es lo que les esperaba al final de su camino.
Las mujeres eran trasladadas hasta las
costas de Marruecos; llegaban a España en patera, con todo el sufrimiento, el
miedo y el peligro de muerte para ellas y sus hijos pequeños. Aún tenían la
esperanza de poder empezar a trabajar, pero cuando desembarcaban aquí se las
llevaban a casas-prisión, donde quedaban bajo la vigilancia de las madames. Se les decía que debían abonar
una deuda entre los 40.000 y los 60.000 € -deuda contraída por ser engañadas,
violadas y llevadas en patera-, y que para eso tenían que prostituirse. Estaban
siendo explotadas en polígonos industriales de Murcia, Córdoba, Sevilla, Barcelona
y Madrid.
La investigación policial comenzó después
de que varios menores -hijos de las mujeres explotadas- tuvieran que ser
atendidos como consecuencia de los malos tratos a los que -siempre
presuntamente- les sometieron las madames.
En concreto, una de estas mujeres fue detenida en
Córdoba en abril de 2012, acusada de la muerte de una niña de ocho meses que
tenía como rehén mientras su madre estaba ejerciendo la prostitución en Barcelona;
también se la acusó de haberle dado metanfetaminas a su propio hijo. El juez la
metió en la cárcel. Posteriormente se detuvo a otra mujer, acusada de estar relacionada
con las lesiones graves que presentaba un niño de 7 meses, hijo de otra
secuestrada.
Los agentes ataron cabos y se dieron
cuenta de lo que estaba pasando; de por qué había unas muchachas
prostituyéndose con los hijos en otras partes de España, a cargo de individuas
que los maltrataban.
Las investigaciones les llevaron a registrar dos casas
y un comercio, todos ellos en Puente Genil (Córdoba). Allí encontraron una
cierta cantidad de dinero (unos 570 €), documentos falsos y una especie de
contabilidad de la deuda que estaban
pagando las víctimas. También detectaron numerosos envíos internacionales de
dinero.
En concreto hay detenidas cinco personas en España:
las dos madames y tres individuos más;
hay un sexto sujeto relacionado con la trama, que fue detenido en el aeropuerto
de Dinamarca llevando 1'2 kilos de cocaína y permanece en prisión en este país.
En el operativo han participado las siguientes unidades:
- Grupo Operativo II de la Brigada Provincial de
Extranjería y Fronteras de la Comisaría Provincial de Córdoba
- Grupo de Personas-Emume de la Unidad Orgánica de
Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Córdoba,
Con el auxilio de:
- Brigada Local de Extranjería de la Comisaría de
Torrejón de Ardoz (Madrid)
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