viernes, 9 de agosto de 2013

Sobre el Lorca Deportiva

         Desde la cuenta de Twitter @OrgulloLorquino, que defiende sentimientos próximos al Lorca Deportiva, nos han pedido publicar una carta abierta a los ciudadanos; algo que hacemos con mucho gusto.

Carta Abierta

         La primera vez que pisé el viejo campo de San José era apenas un niño, estábamos a principios de los años 90 y el fútbol en Lorca estaba de capa caída, pero me fascinó, tenía ese aura y romanticismo de los viejos estadios en el centro de las ciudades, el marcador manual, el graderío próximo al césped, la publicidad pintada a mano en los carteles, el mítico “chino” de Los Quijales, se respiraba a fútbol en estado puro.
         Mis mayores me habían hablado del mítico Lorca Deportiva de Moreno Manzaneque de los 80, que militó en Segunda A y jugó una eliminatoria contra la Real Sociedad de Arconada, del ascenso en Antequera y de un San José repleto con banderas blanquiazules ondeando, como reza nuestro himno.
         Fueron años difíciles los de mi niñez como fiel seguidor de un equipo que deambuló con más pena que gloria por Tercera División y con un par de ascensos. El gran día del viejo estadio fue una calurosa tarde de junio de 1997, el Lorca necesitaba ganar en la penúltima jornada al Alcoyano para ascender a Segunda B, el campo estaba lleno a reventar una hora antes pese al calor sofocante, un equipo repleto de lorquinos derrotó 5-2 al equipo visitante ante la locura colectiva de una afición eufórica que se desplazó a la fuente de la Plaza de Colón a bañarse en éxito. Ese día siempre permanecerá en mi memoria y por primera vez sentí el orgullo de ser lorquino, me quedé ronco de gritar los goles y animar.
         Luego llegó la etapa negra de Santos Márquez, hasta la fundación del Lorca Deportiva, C.F. y el comienzo de la etapa más gloriosa del fútbol en nuestra ciudad. Se cambió el viejo campo en el centro por el funcional y majestuoso estadio Francisco Artés Carrasco a las afueras, una instalación acorde a nuestra categoría y donde se escribieron las páginas más legendarias, un año fantástico eliminando en Copa a equipos como el Málaga de Primera División que se culminó con el mítico ascenso a Segunda A en Irún, en la prórroga con el gol de Ramos desde el centro del campo. Ese es otro día que siempre permancerá en mi memoria y en la de todos los aficionados al fútbol en Lorca, toda la ciudad se echó a la calle en una celebración multitudinaria y al día siguiente más de 15.000 personas recibieron a los héroes de Irún, en una comunión perfecta. Fue una catarsis colectiva, una liberación, éramos de Segunda A 21 años después, no éramos un equipo, éramos una ciudad.
         Y disfrutamos de un año maravilloso en Segunda A con Unai Emery en el banquillo y jugadores como Jauregui, Robles, Fernando Vega, Ramos, Xavi Moro, Gorka de Carlos, Facundo Sava y el gran “Tati” Maldonado, soñamos con el ascenso a Primera División, conseguimos juntarnos cada 15 días más de 6.000 lorquinos enamorados de nuestro equipo, ningún acontecimiento social o cultural es capaz de reunir a esa cantidad de gente ni de crear ese vínculo de pertenencia.
         Pero al año siguiente descendimos y comenzó la espiral destructiva que puso el club en manos indeseadas que nos llevaron a la ruina y a la desaparición. La afición ha sido maltratada y está desengañada, pero ha surgido un proyecto ilusionante desde abajo, con gente de la casa y recuperando el nombre del club de nuestro amores, de nuestra ciudad, nuestros colores, nuestro himno.
         El Lorca Deportiva ha resurgido de sus cenizas, cual Ave Fénix, para empezar desde abajo y con más impulso. Hoy necesitamos que vuelva ese espíritu del San José y del Artés Carrasco, que la afición vuelva al campo a ver a su equipo, hoy más que nunca debemos sentir esa identificación con nuestro club, hoy más que nunca debemos sentirnos orgullosos de ser lorquinos y lorquinistas.

¡ORGULLO LORQUINO!!!!

¡SENTIMIENTO BLANQUIAZUL!!!


¡SIEMPRE LORCA DEPORTIVA!!!!!!!!

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