martes, 12 de febrero de 2013

Los recortes en investigación nos hunden aún más en la miseria


Desde IU de Totana han difundido un manifiesto en defensa de la investigación, obra de una plataforma especializada que está liderada por Pedro Martínez, concejal de dicha coalición y un investigador de prestigio. Básicamente piden que se moderen los recortes en investigación y se mantengan los contratos a jóvenes investigadores.

            Siempre se ha dicho, y con razón, que los jóvenes son el futuro. Necesitamos investigación para que nuestras empresas puedan avanzar y nuestros productos se vendan mejor en el extranjero: de esta manera ganaremos dinero como país y podremos elevar nuestro nivel de vida.

            Los políticos dicen que la economía nacional es como la doméstica: que no puedes gastar más de lo que ingresas. Es un punto de vista que, para empezar, es falso:

            En primer lugar, todas las familias nos hemos endeudado antes o después. Todas hemos comprado un piso, o un coche, y hemos concertado un préstamo. Nadie se va a la inmobiliaria o al concesionario, saca la billetera y paga en efectivo. El endeudamiento a veces es necesario, siempre que sea para cosas imprescindibles, no para bobadas. Aunque, precisamente, en esto nos hemos gastado el dinero en este país. Bobadas como los dobles, triples o cuádruples sueldos de los políticos. En auditorios megalíticos. En el AVE para comunicar dos aldeas. Aquí hemos sido siempre de tribu. Somos del Barça y del PP, o del Madrid y del PSOE, o incluso, aunque menos, del Betis y de IU. Y lo somos manque pierda. Ya lo dijo bien claro José María Aznar: Este partido lo vamos a ganar, dijo no recuerdo en qué ocasión.

Antes de atacar al corrupto o al que ha incumplido el programa hemos mirado de reojo de qué partido era, para no darles a los enemigos una satisfacción. A nadie le gusta perder las elecciones y que los vecinos, el cuñado, el de la tienda, el idiota del trabajo, llegue con una sonrisita. Tiene que ganar nuestro partido, y tenemos que defenderlo a muerte. Así hemos ido, y por eso los políticos corruptos -sí, lo sé, también los hay honrados- nos han tomado el pelo y nos lo siguen tomando.

En segundo lugar, en todas las familias hay instituciones que son deficitarias. Mis hijos me cuestan una pasta. No generan ingresos. No son económicamente rentables. Son deficitarios. Pero, ¿nos desprenderíamos de nuestros hijos? ¿Dejaremos de tenerlos sólo porque, con la calculadora en la mano, vemos que no son rentables? Por supuesto que no. Hay cosas que son muy rentables, rentabilísimas, aunque no generen dinero. Como los hijos. O la Sanidad universal. O la Educación pública.

Aquí nos han vendido durante años que el déficit público era malo. Los Estados, como las familias, no deben endeudarse -falso- y deben desprenderse de lo que no sea económicamente rentable -más falso aún-. Hay cosas que hay que mantener, aunque no den dinero. Lo decía hace un momento: no hay que endeudarse en tonterías, y no hay que mantener cosas que no son rentables cuando son inútiles. Pero sí es lícito, sí es positivo, endeudarse para tener productos imprescindibles, y sí es licito, sí es positivo, mantener otras cosas que no dan dinero pero sí dan satisfacción de otra manera.

Y, sobre todo, hay que saber pensar a largo plazo. Llevo dos años gastando agua, abono e insecticida en un brote de hierba que no sirve para nada. No me da sombra, ni leña, ni frutos. Lo siento, pero como tengo que hacer recortes debo dejar de regarlo y abonarlo... O quizás no, porque ese brote de hierba dentro de unos años se convertirá en un manzano que me dará comida. No debo recortar en el pequeño brote porque debo pensar en el futuro.

Y si soy un Estado, debo pensar aún a más largo plazo. No debo recortar en los sectores de la producción, como acaba de anunciar el vicepresidente regional, Juan Bernal, en un nuevo alarde de profesionalidad. Hago notar que pagarle un sueldazo al vicepresidente de la provincia de Murcia es un ejemplo claro de dónde no deberíamos habernos gastado el dinero. Claro que en la Transición los vascos, gallegos, catalanes y andaluces amenazaron con hacer la guerra por su cuenta, y hubo que desactivarlos sacándose de la nada autonomías como Murcia, La Rioja o la autonomía milenaria de Madrid. Pero ésta es otra historia. Decía que este individuo anunció compungido, hace unas semanas, que tenía que recortar en agricultura y ganadería, que son los pocos sectores que dan algo de trabajo y de riqueza en estos tiempos. Una decisión que se suma a la apuesta decidida de los europeos para sacar adelante a Marruecos aunque sea a costa de hundir a España.

Nadie en su sano juicio dejaría de regar el manzano sólo porque le faltan un par de años para empezar a producir. Nadie en su sano juicio se lo regalaría al vecino, para que sea éste quien nos venda luego las manzanas. Por eso, nadie en su sano juicio debería recortar en jóvenes investigadores. No sólo porque estamos hundiendo en la miseria a nuestra juventud; sino, además, porque éstos se van a ir al extranjero a parir patentes que luego los países extranjeros nos venderán a precio de oro.

Hablo de que un Estado debería pensar a largo plazo; el problema es que nuestros políticos -no todos- piensan a corto plazo. Las cuentas tienen que cuadrar. Fulano, Mengano, Zutano y Perengano tienen que morirse de hambre para que a Juan Bernal, o a Ramón Luis, o a Mariano, o a José Luis Rodríguez Zapatero, les cuadren las cuentas. Después de mí, el Diluvio. Yo hago lo que sea -te he dicho lo que sea- para que las cuentas cuadren; luego me largo, le paso a otro la patata caliente -estilo Pedro Solbes, que se marchó después de liarla parda y ahora se hace de oro en la privada-, y aquí paz y después gloria. Yo cobro mi sueldazo compatible con cualquier otra cosa -no intenten hacerlo si, por ejemplo, son parados que quieren ganarse unas pelas haciendo bolos-, tengo la cotización máxima con sólo un par de legislaturas, y se acabó.

En resumen: a los unos sólo les importa que cuadren las cuentas para cumplir el expediente; los que los votan les van a defender a muerte siempre y cuando sean de su propia tribu; y los descontentos están deseando votar a la tribu de enfrente, que más o menos hace lo mismo pero con otro color de fondo. Luego hay un puñado que piensa que la solución es abandonar el Estado grande para hacer otro más pequeño, donde mágicamente las cuentas les van a cuadrar. Y todos nos enfadamos mucho en twitter y en facebook, pero no saldremos a la calle hasta que nos quedemos sin Internet porque nos han cortado la luz. Y me meto en el saco, ojo, aunque en mi caso, después de tantos y tantos años diciendo que el lobo iba a venir, ahora lo miro todo ya no con ironía, sino con asco. Aquí está el lobo; lo malo es que también me ha mordido a mí.

Bueno; pues en esta línea de decirle a los políticos que se recorten lo que les dé la gana, pero nos dejen en paz a los demás, el concejal de IU en Totana e investigador del CSIC Pedro Martínez, al frente de la Plataforma en Defensa de la Investigación, ha dicho: no recortéis tanto, pijo, porque los listos se van a ir a producir al extranjero.

 

Concretamente, la plataforma que menciono se ha creado en el seno del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS), un organismo vinculado al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), donde están los investigadores más importantes de nuestro país. No sólo teóricos -con todo mi respeto hacia los teóricos-, sino la gente que diseña las máquinas, los productos de la huerta, el ganado... o sea, los que hacen que una empresa sea más competitiva y un sector económico más rentable. Los que nos pueden ayudar de verdad a salir de la crisis haciendo que los demás países nos compren productos a nosotros y no al vecino.

Ellos dan algunas cifras: dicen que, desde 2009, se ha reducido un 40% el presupuesto para investigación. En 2009, el Fondo Nacional de I+D contaba con 547 millones -espero que al menos fueran de euros-, y en 2012 se ha reducido a 342 millones. Luego hay otra serie de recortes, y destaca que, en este ejercicio, los investigadores responsables de los 3.182 proyectos aprobados por el ministerio recibirán el dinero no en tres años, sino en cuatro. Es decir, que un año lo trabajarán gratis, o que tendrán que retrasar sus investigaciones un año más, o que cuando terminen sus proyectos tendrán que esperar un año más para cobrar. Algo que anima a cualquiera a dejarse los codos estudiando para sacar adelante este país.

Antes comentaba que la agricultura y la ganadería son de los pocos sectores que aún están dando trabajo dentro de España y divisas en el extranjero. Pues bien, según esta plataforma, el Instituto Nacional de Investigación Agraria y Alimentaria ha paralizado el pago de los más de 300 proyectos que iban a ser subvencionados. Se trata de una partida global de 12 millones de euros, que no se sabe si al final irán a la investigación en agricultura y alimentación, o se quedarán por ejemplo para pagar alguna estación del AVE o los intereses de los préstamos que nos dará Bankia. Así seguro que somos competitivos.

Centrándose en la Región de Murcia, dicen que los recursos actuales para la investigación son un 70-80% menores a los de 2009. Murcia, provincia puntera en agricultura, recordémoslo. Y luego la culpa la tiene Alemania, o incluso Marruecos. Ellos defienden lo suyo, y nosotros recortamos porque los brotes no dan sombra.

Conclusión: si seguimos recortando en cosas imprescindibles, acabarán alimentándonos los de la FAO con sacos de harina, desde el aire. Recordad que hace tres generaciones los etíopes comían tres veces al día, como nosotros. No es que Europa y Marruecos nos quieran hundir: es que cada uno defiende lo suyo. Si no gastas bien el dinero, si no defiendes lo tuyo, acabarás pidiendo limosna. Algo que nos puede pasar, que de hecho nos está pasando ya como país. Dentro de dos siglos se recordarán estos años como los tiempos en que los españoles le donaban su cuerpo a la Ciencia para no tener que pagar el entierro. ¿No está pasando ya? Políticos estúpidos que venden las ruedas del coche para pagar la gasolina, y a los que dejamos que hagan lo que sea porque son de nuestra tribu y porque los de la tribu de enfrente harían exactamente lo mismo, y aún encima nos sentiríamos unos perdedores.

2 comentarios:

  1. 100 % de acuerdo con el artículo. Habrá gente que piense que eso de la innovación se refiere a ordenadores, nanotecnología y demás… Pues bien, que sepan que en un territorio muy similar a Murcia como es California, la primera exportación son los tomates, la segunda los vinos ( vale de Napa ), y ya en tercera posición aparece Sillicon Valley.

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  2. Muchas gracias por el dato, no lo sabía.

    Un saludo,

    Antonio.-

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