martes, 24 de septiembre de 2013

Mi balance un año después de las riadas

         Esta tarde, Javier Ruiz y Cadena SER Murcia me han dado la oportunidad de hacer mi análisis sobre cómo está la situación en la comarca del Guadalentín un año después de las riadas. Quiero compartir mi opinión con vosotros también en esta web.        

         Son momentos que no se olvidan. Este sábado 28 se cumple un año de las riadas que arrasaron los campos en Lorca, Totana y Puerto Lumbreras. Como primer balance, las víctimas se quejan de que ha habido falta de sensibilidad, por parte de las Administraciones.
         El 90% de los afectados no tenía seguro. Algunos, porque estaban aún plantando; otros, porque no tenían dinero para ello. Unos meses antes de la tragedia, el Gobierno regional acabó con estas ayudas al sector primario, y la mayoría no pudieron pagarse la póliza. Recordemos que algunos eran, además, víctimas de los terremotos, con la casa arruinada. Sí que tenían el llamado seguro de retirada; trataron de que esa poliza les sirviera para recibir indemnizaciones, pero no ha sido así.
         Hay decenas de familias afectadas, en zonas como La Torrecilla, El Campillo, Purias, o El Esparragal (en Puerto Lumbreras), y por supuesto en Totana. En Lorca, hay unas seis familias que lo han perdido todo, por completo. La vivienda, y los bancales o el cebadero. Los agricultores de la zona tuvieron que pasarse al cereal, que es lo único que podían plantar teniendo así los campos... pero la paradoja fue que tras la riada vino una sequía, y tuvieron que comprar agua. Algunos optaron por arrendar campos en otras provincias, porque aquí no había nada que hacer.
         Se ha conseguido alguna ayuda, como exenciones del IBI, o del canon del agua del trasvase del Tajo. La Mesa Solidaria, que ayuda a las víctimas de los terremotos, también les ha incluido en el reparto. Pero se quejan de que les ha llegado poco dinero. La semana pasada, aprovechando la feria ganadera Sepor, las víctimas le entregaron al ministro Arias Cañete un documento exponiendo lo que necesitan. Dicen que son optimistas; veremos a ver qué pasa.
         Ha pasado un año, vuelve el otoño, y la preocupación principal son de nuevo las ramblas. La desgracia vino porque muchas vierten las aguas en pleno campo, entre las casas. Hace doce meses les prometieron que las iban a encauzar... pero ya ha pasado un año, y muchos temen que la tragedia del 28 de septiembre se podría repetir.

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