En los últimos días, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han llevado a cabo diversos operativos contra la delincuencia. Quiero hablaros, entre otros, del intento de estafa con un cuadro de Van Gogh y de las operaciones Gusiluz y Correcaminos, que a pesar de sus nombres simpáticos ocultan actuaciones muy desagradables contra los ciudadanos, desarticuladas gracias al esfuerzo de guardias y policías.
Caravaca. Baterías de camión
El Ayuntamiento de Caravaca informa de un operativo conjunto entre la Guardia Civil y la Policía Local de Caravaca, que ha permitido recuperar 15 baterías de camión que habían sido sustraídas de una cooperativa de frutas y varios almacenes cercanos.
Según el consistorio, una patrulla de la policía que estaba haciendo su ronda por el paraje de Las Minas y Santa Inés fue requerida por un vecino, que les dijo que había visto algunas baterías en buen estado escondidas en medio del monte. Los agentes, junto con la Guardia Civil, se desplazaron hasta el lugar y encontraron las baterías.
Justo en ese momento aparecieron otras personas que trataron de escapar al darse cuenta de la presencia policial. Han sido detenidos -el consistorio no indica cuántos son- y han pasado a disposición judicial.
La Policía Local recomienda a los dueños de camiones que marquen la batería y conserven la anotación del número de serie con el fin de facilitar las labores de identificación ante posibles robos.
Lorca. Robo en una finca de La Hoya
El Ayuntamiento de Lorca informa de que la Unidad Especial de Seguridad Ciudadana, de la Policía Local, ha detenido a los presuntos autores de un robo en una instalación agraria de la diputación de La Hoya.
Los hechos se produjeron el viernes, cuando los vecinos avisaron a la policía de que varias personas estaban robando diferentes elementos de riego de una explotación. Los agentes sorprendieron a dos personas, que estaban metiendo el material en una furgoneta. En el interior del vehículo hallaron, además, 426 tarjetas de telefonía móvil.
Lorca. Imputan a 17 personas por fingir delitos
En el primer semestre de 2013, el Cuerpo Nacional de Policía de Lorca ha imputado a 17 personas por fingir diversos delitos, según han informado desde la propia policía.
En su mayor parte se trata de falsas denuncias de robo para poder reclamarle a la compañía de seguros el valor de los objetos: a veces son hurtos que se hacen pasar por robos -con violencia sobre las personas o fuerza en las cosas, extremo que suele estar asegurado-, aunque a veces el objeto continúa en su poder.
Sobre todo suelen denunciarse robos de teléfonos móviles, aunque la Policía destaca un caso especial: un matrimonio denunció un robo en su vivienda y cobró 5.500 € del seguro. Los agentes detectaron contradicciones -la Policía no es tonta-, revisaron algunas tiendas y descubrieron que los denunciantes habían vendido en ellas algunos de los objetos sustraídos.
La Policía recuerda que la simulación de delitos está contemplada en el Código Penal español como un delito contra la Administración de Justicia, cuya comisión conlleva pena de multa de seis a doce meses, junto con la generación de antecedentes penales. Añaden que se considera delito contra la Justicia, porque distraen a policías, jueces y demás funcionarios, haciendo que dediquen un tiempo muy valioso para la investigación y sanción de delitos de verdad. Además, en algunos de estos casos estamos hablando de auténticos delitos de estafa, que pueden tener una pena superior.
Mar Menor. Murcia. Falso instalador de electricidad
La Oficina Periférica de Comunicación (OPC) de la Guardia Civil informa del desarrollo con éxito de la Operación Gusiluz II -en recuerdo de aquel muñeco que se quedaba encendido por la noche-, que se ha saldado con la detención de una persona en la pedanía cartagenera de El Algar.
Parece ser que el detenido, en primer lugar robaba los contadores de las viviendas en la zona del Mar Menor, buscando los alojamientos de vacaciones para que sus dueños no se dieran cuenta del robo. Después visitaba otras casas fingiendo ser un instalador de suministro eléctrico, les colocaba los contadores robados y les pasaba la factura.
Las denuncias empezaron a llegar en el mes de abril: vecinos de El Algar, Los Urrutias, Islas Menores, Los Nietos, La Unión y otras pedanías, llegaban a su segunda residencia, le daban al interruptor... y veían que les habían robado el contador. Fin de las vacaciones.
De manera paralela, otras personas residentes en la ciudad de Murcia empezaron a denunciar que un individuo les estaba cobrando cerca de 500 € por instalarles el contador, y que no tenían muy claro que fuera un instalador de verdad. Cuando le pedían una factura oficial, les daba un documento expedido por una empresa de la zona del Mar Menor.
Tras vincular ambas circunstancias, los agentes descubrieron que había una persona que se ofrecía a instalar los contadores a un precio inferior al de mercado (entre los 300 y los 500 €). Se anunciaba en Internet como si fuera una empresa de electricidad ya existente -la OPC no indica de qué empresa se trata- y aportaba un teléfono móvil de contacto. Además de los contadores robados, tenía facturas y sellos que había robado de algunas empresas. Aparte, era una persona que sabía perfectamente cómo hacer las conexiones, lo que hizo sospechar de trabajadores -antiguos o en activo- de alguna empresa de electricidad.
El detenido es un español de 27 años, vecino de El Algar (Cartagena). Por el momento se le imputan ocho delitos de robo de contadores, además de otros delitos de estafa y falsedad documental. Se han recuperado tres contadores que han sido devueltos a sus propietarios.
Mula. Banda de delincuencia juvenil
La OPC de la Guardia Civil, informa de un operativo llevado a cabo en Mula, que ha recibido el nombre interno de Operación Correcaminos porque los delincuentes robaban por el método del tirón y huían a la carrera.
Se ha detenido a tres jóvenes -dos de ellos, menores de edad-, a quienes se imputan por el momento cuatro robos por el método del tirón. Los correcaminos actuaban en las calles del extrarradio de Mula, donde hay menos gente; cuando veían a una mujer mayor se acercaban a ella y le arrancaban las joyas que pudiera llevar encima, escapando a la carrera.
La Guardia Civil, en colaboración con las Policías Locales de Mula y Albudeite, logró identificar a los tres presuntos tironeros. Uno es un español de 25 años de edad, vecino de este último municipio; los otros dos son menores de edad, y por tanto no se ha aportado ningún dato personal. Uno de los detenidos posee numerosos antecedentes policiales por hechos similares.
A mí este tipo de ladrones me provocan una repugnancia especial. Saben perfectamente que los ancianos no pueden defenderse corriendo tras ellos, y saben perfectamente que los pueden tirar al suelo y hacerles mucho daño. Además del susto, y de la pérdida de sus joyas -muchas veces con más valor sentimental que económico-, abalanzarse sobre una persona mayor le puede producir lesiones permanentes: puede partirse la cadera al caerse al suelo. Seguro que estos sujetos no tienen redaños para acercarse por ejemplo a un gitano y tratar de arrancarle la herradura de oro o la placa de Camarón.
Murcia. Compra fraudulenta de un Van Gogh
El Cuerpo Nacional de Policía, a través de la Jefatura Superior de Policía de Murcia, informa de la detención en Valencia de tres personas que trataron de comprar un cuadro de Van Gogh con un pagaré sin fondos.
Siempre según la Jefatura, uno de los hombres se presentó en la casa de una mujer residente en Murcia para comprarle un Van Gogh de su propiedad. Dijo que actuaba en nombre de una constructora valenciana, aceptó un precio de 300.000 € y le entregó como señal un pagaré por valor de 40.000 €. Cuando la mujer fue al banco a cobrarlo, le dijeron que no tenía fondos, lo que inició la investigación policial.
La Policía Nacional descubrió que el pagaré formaba parte de una serie que había sido robada del interior de una furgoneta de la constructora; identificaron al que se lo había entregado a la dueña del cuadro -un hombre residente en Valencia- y a una segunda persona que, siempre presuntamente, habría actuado en colaboración con el primero.
Los agentes descubrieron además que el pagaré no había sido robado de la furgoneta, sino que se lo había entregado uno de los administradores de la constructora para que hicieran el pago fraudulento, por lo que también se ha imputado a esta persona.
Los detenidos son tres españoles, de 29, 34 y 62 años de edad; dos de ellos tienen antecedentes policiales. Al administrador de la empresa se le imputa un delito de estafa en grado de tentativa; a los otros dos, sendos delitos de estafa en grado de tentativa y falsedad documental.
Desde la Policía Nacional destacan que las investigaciones fueron llevadas a cabo conjuntamente por agentes del grupo de Delincuencia Económica de la Jefatura Superior de Policía de Murcia y de Valencia.
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