miércoles, 27 de agosto de 2014

Encuentran 40 caballos desnutridos en una granja ilegal de Mula

         La Guardia Civil informa de que se ha detenido a dos sujetos que mantenían a cerca de cuarenta caballos desnutridos y abandonados a su suerte, en una explotación de Mula.
         Reproduzco la información aportada por la Benemérita. En casos similares, los maltratadores han alegado que no tenían dinero para piensos; una excusa que no conduce a ninguna parte. Es cierto que los ganaderos lo están pasando mal -¿y quién no, en estos tiempos?-; sin embargo, un verdadero profesional, si ve que realmente no tiene dinero para piensos, puede denunciar su situación. Irse ante un juez, o presentarse ante el SEPRONA y exponer que no puede seguir adelante, y pedir que la Administración se lleve los animales a otro sitio.
         En este caso, además, los sujetos le negaron la entrada a los inspectores de Sanidad y a los guardias, por lo que hubo que pedir autorización judicial; no tenían ningún tipo de certificado legal para abrir la explotación, ni siquiera el seguro de retirada de cadáveres, que es obligatorio.
         Vamos: unos miserables que querían hacer pasta gracias a los caballos, de cualquier manera, sin control, tratándolos como si fueran basura.
         A ver qué nos dice la Guardia Civil:

La Guardia Civil inmoviliza cuarenta caballos desnutridos en una explotación equina en Mula

Murcia, 27 de agosto de 2014. La Guardia Civil de la Región de Murcia, en el marco de la operación JINETE, desarrollada en colaboración con el Servicio de Sanidad Animal de la Comunidad Autónoma para inspeccionar explotaciones equinas, ha imputado a dos personas como presuntas autoras de delito relativo a la protección de animales domésticos.
         Se trata del propietario y el empleado de una explotación en el término municipal de Mula en cuyo interior han sido hallados 39 équidos, la mayoría de ellos en estado de desnutrición extrema (caquexia).
         Las actuaciones se iniciaron el pasado lunes, día 25, cuando guardias civiles del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) se coordinaron con el Servicio de Sanidad Animal de la CARM, a través del inspector veterinario de la Oficina Comarcal Agraria (OCA) competente para desarrollar inspecciones en explotaciones equinas, en este caso en el término municipal de Mula.
         Ante la negativa del propietario de las instalaciones a facilitar la entrada al equipo de inspección, compuesto por guardias civiles e inspectores de sanidad, se solicitó al Juzgado de Instrucción número 2 de Mula un auto de entrada y registro de la explotación equina y, poco después, se llevó a cabo una minuciosa inspección de las instalaciones.
         Durante la inspección se pudo comprobar que la mayoría de los 39 caballos, tres sementales, 23 yeguas y 13 potros, se hallaban en estado de delgadez extrema (caquexia). Además se pudo constatar que uno de los sementales se encontraba postrado en el suelo y presentaba un estado de desnutrición muy manifiesto, ya que era incapaz de levantarse y tenía heridas abiertas, dadas las condiciones sumamente precarias en las que estaba.
         La explotación ganadera objeto de la inspección carecía de las preceptivas autorizaciones administrativas para desarrollar su labor propia, como licencia de apertura, inscripción en el Registro de Explotaciones Ganaderas de la Región de Murcia (REGA), declaración de núcleo zoológico y seguro de retirada de cadáveres.
         Tras la inspección, los guardias civiles imputaron al dueño de la explotación equina y a un empleado un supuesto delito de maltrato animal, mientras que los veterinarios de la OCA de Mula denunciaron las carencias de la documentación necesaria para desarrollar este tipo de actividad.
         Finalmente se adoptaron medidas cautelares de inmovilización de los équidos, que han sido puestos a disposición de la Dirección General de Ganadería y Pesca de la CARM.
         El maltrato animal se encuentra recogido en el Código Penal, que lo define como el hecho de maltratar injustificadamente a los animales domésticos o amansados, mediante cualquier medio o procedimiento, causándoles la muerte o provocándoles lesiones que menoscaben gravemente su salud, y es castigado con penas de tres meses a un año de prisión e inhabilitación especial de uno a tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales.




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