Qué
semana más mala están teniendo en Águilas.
En los últimos seis días, en el municipio pesquero han muerto tres personas por
causas no naturales; dos de ellos en la playa, acabando con más de una década
sin muertes en las zonas vigiladas por socorristas.
La
semana negra empezaba el lunes; unos minutos antes de las 9 de la mañana, un
hombre de 60 años cayó al patio de luces de su edificio desde una altura de
cinco pisos, falleciendo en el acto. El siniestro se produjo en la avenida Juan
Carlos I, en el centro del municipio; parece ser que el fallecido estaba limpiando un toldo cuando cayó al
vacío.
Ayer,
viernes, unos minutos antes de las 2 de la tarde murió un hombre de 67 años que
se estaba bañando en la playa de las
Delicias, al lado del Varadero del Club Náutico.
Una
persona que fue testigo del hecho me ha contado que el hombre empezó a hacer
gestos con la mano, como si estuviera saludando; de hecho, su mujer le devolvió
el saludo y le dijo que saliera ya del agua. Los socorristas se dieron cuenta
de que le pasaba algo y se lanzaron de inmediato a rescatarle. Parece ser que había
sufrido un corte de digestión. Le hicieron la reanimación cardiopulmonar (RCP),
mientras se desplazaba al lugar una ambulancia UME... pero ni los socorristas
de la Cruz Roja ni los sanitarios del Servicio Murciano de Salud pudieron hacer
nada por él.
Y
este mediodía, un hombre de 73 años de edad ha muerto ahogado en la playa de La Higuerica. Los socorristas le han
sacado del agua y le han atendido, pero ni ellos ni los sanitarios del SMS han
podido hacer nada por salvarle la vida.
Otra
jornada trágica se vivió el miércoles, esta vez en San Javier. A eso de las 10
y media de la mañana, un socorrista encontró el cuerpo sin vida de un anciano
de unos 80 años flotando en las aguas de la playa de Santiago de la Ribera. Por el momento se desconoce si el hombre se
ahogó mientras se estaba bañando, o en qué circunstancias se produjo su muerte.
Y
en esa misma zona, en concreto en la playa
del Castillico, de Santiago de la Ribera, el pasado jueves los socorristas
pudieron salvar la vida de un niño de 4 años, que fue sacado del agua por unos
bañistas porque se estaba ahogando.
En
fin. Cada día muchos miles de personas se bañan en las playas murcianas, en
condiciones muy dispares. Hay que dar las GRACIAS
a los socorristas de la Cruz Roja, Protección Civil, y al personal médico del
061, del 112... a todos los que se pasan el verano en tensión, jugándose la piel en muchas ocasiones, para
proteger a la gente que quiere darse un baño.
Y,
por parte nuestra, de los bañistas, debemos protegernos siguiendo algunas
normas básicas, de sentido común. La esencial: respetar las banderas que
restringen o prohíben el baño. Bañarnos
con bandera roja NO es un derecho ni una libertad: es una prohibición que,
si se infringe, pone en peligro las vidas de quienes tienen la obligación de
entrar a sacarnos. El socorrista no se quedará cruzado de brazos en la orilla,
diciendo: Te lo advertí; el
socorrista se echará al mar a sacarnos, y algunas veces se han quedado ellos en
el intento. Baste recordar a los tres policías nacionales que murieron en enero
de 2012 en la playa del Orzán, en La
Coruña, para salvar a dos imprudentes que se habían metido en el agua
borrachos.
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