Parece
que con el calor todos los tontos hacen de las suyas. Ayer mismo os informaba
de dos niñatos que pasaban el tiempo libre lanzando piedras desde la autovía A-7
al paso de los coches... también hablamos de la enésima detención del Rey de
los Trasteros, que lleva más de veinte años desvalijando trasteros, entrando y
saliendo de los juzgados como Pedro por su casa.
Y
ahora toca hablar de unos robadores de sandías que la han liado parda.
La
noticia proviene de la OPC de la Guardia Civil: informan de la detención de
diez personas, que se han llevado en diversas acciones independientes cuatro toneladas de sandías. Nada
menos.
El
robo de frutas ya es un hecho lamentable, que echa por la borda el trabajo de
un año entero, y más en un sector que nunca lo tiene fácil. Pero luego hay
circunstancias agravantes.
Veréis.
Los hechos se han producido en el Campo
de Cartagena, y han sido esclarecidos gracias a los equipos Roca de la
Guardia Civil, especializados en ilícitos en el campo, y al apoyo de la Policía
Local de Cartagena. Los denunciantes del robo no fueron agricultores, sino
ingenieros agrícolas, porque a los ladrones no se les ocurrió otra cosa que
meterse en fincas de experimentación.
Se
llevaron cerca de una tonelada y media de sandías experimentales, desarrolladas
no sé si por empresas privadas o por instituciones públicas, pero que, en todo
caso, no son aptas para el consumo humano. Afortunadamente, la Guardia Civil pudo
interceptar el material antes de que se pusiera a la venta de la manera habitual,
en mercadillos o directamente en la cuneta de las carreteras.
Así,
de esta manera, con unas cizallas y una carretilla, los ladrones acaban de
arruinar el trabajo de varios años de los ingenieros, que tuvieron que destruir
todas las sandías: años de ensayo, de hacer el seguimiento a las matas, de ver
cómo salían los frutos... estropeados.
Los
detenidos han sido cinco -uno de ellos, menor de edad-, y el valor de las sandías
supera los 44.000 euros. Además de los delitos de robo, se les imputan delitos
contra la salud pública, porque esas mercancías no eran aptas para el consumo
humano.
Además de ser fruta robada, se almacena y transporta en condiciones muy poco recomendables para el consumo (foto, OPC) |
La
Guardia Civil informa de que se ha detenido a otras cinco personas, que
-siempre presuntamente- se llevaron dos toneladas de sandías de Balsapintada (Fuente Álamo). Aquí, se
ve que entraron como el caballo de Atila, como Esperanza Aguirre en presencia
de un servicio público: además de robar las frutas, la OPC indica que se han
cargado toda la cosecha. A lo bruto, sin miramientos. Han roto las matas, han
destrozado los frutos que aún estaban madurando, y han provocado daños por
valor de 1.800 euros.
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