viernes, 11 de julio de 2014

Conducía un camión por la autovía bajo los efectos de la coca

         Fijaos en el individuo que circulaba ayer por la tarde por las autovías murcianas, convirtiendo nuestros desplazamientos en un peligro de muerte. Un camionero, hasta las cejas de cocaína, fue interceptado por la Guardia Civil en la A-7, a la altura de Lorca, llevando un camión de 40 toneladas cuyo remolque no había pasado la ITV. Un fulano con antecedentes por delitos contra la salud pública, que tiene prohibida la salida de España por orden judicial.
         Y allí iba, haciendo zig-zags con el camión, hasta que una patrulla de la Guardia Civil lo detectó. Desde luego, estos guardias -y policías- nos salvan realmente la vida, muchas veces arriesgando la suya propia. En el fondo son dos padres -o madres- de familia, conduciendo un turismo o una furgoneta, poniéndose delante de un camión de 40 toneladas con el conductor drogado y capaz de cualquier cosa.
         Le echan un buen par de narices. Muchas veces les vemos escondidos en el arcén, con el rádar a punto, y nos acordamos de ellos y de sus parientes... pero no nos damos cuenta de que diez minutos más tarde pueden estar interceptando un camión en la autovía, para que no mate a nadie. Como hicieron ayer.
         Al ver que el camión iba dando bandazos, lo guiaron hasta una zona que no corría peligro: el tipo iba por la A-7, a la altura de Lorca y en sentido Valencia; lo sacaron hasta La Hoya y le hicieron las pruebas de alcoholemia. Dio negativo, pero los guardias notaban algo raro en su actitud -además de los bandazos-, de manera que llamaron a un equipo de Atestados, le hicieron las pruebas antidroga... y, efectivamente: iba de cocaína hasta arriba. Y se estaba haciendo la ruta de Valencia a Cádiz.
         Fue denunciado -una más-, y no se le pasaron los efectos de la coca hasta la medianoche. Cómo iría. La pregunta del millón es: en qué lugar habría tenido el accidente, en qué provincia. Luego le sancionaron... y a seguir la ruta.

         La pena es que no nos digan para qué empresa trabaja -se informa de que el camión iba cargado de bollería industrial-, para poder llamar a la factoría y decirles: despedid ya a ese asesino, que es capaz de ponerse morado a coca y luego coger un camión. Antes de que nos mate a alguno de nosotros.

Foto, OPC.


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