Dos kilómetros de hilo, trenzado poco a poco en un bastidor que puede llegar a tener 200
bolillos. Éste es uno de los retos cotidianos a los que se enfrentan nuestras
bolilleras, mujeres y algún hombre provenientes de todas las partes de la
Región de Murcia, que estos días hacen una demostración de su arte en FERAMUR
2015 en el stand instalado a la entrada de la Alameda de la Constitución, junto
a las populares Columnas.
Bajo la supervisión de Rocío Daza, artesanas como María Teresa García perfeccionan el
arte de trenzar el hilo para hacer prendas de vestir u objetos de adorno.
Puntillas de todo tipo, pañuelos, tapetes, faldas, blusas, echarpes, abanicos,
pulseras, bolsos, rosarios, ligas... la
lista es prácticamente infinita, como lo es la paciencia y concentración de
estas mujeres, que estos días están siendo uno de los puntos de atención de la
32ª edición de nuestra Feria Regional de Artesanía.
Los bolillos de madera se
entrecruzan siguiendo el patrón. Los dedos viajan con rapidez en un arte
centenario que a muchas personas, sobre todo las mayores, les ayuda a mantener las articulaciones ágiles
y también la mente sana. Hacer un pañuelo cuesta un mes; un echarpe, seis
meses. Se trabaja en seda o algodón, con hilos especiales para bolillos, con un
grosor adecuado.
Un arte que se está recuperando, con el interés de bastantes jóvenes; que ya no
es exclusivo de las mujeres como en tiempos pasados; y que está despertando el
interés de muchos de los visitantes de esta edición de FERAMUR.
No hay comentarios:
Publicar un comentario