He
sido periodista de sucesos durante muchísimos años, y me he encontrado de todo,
como cualquiera que lleve algún tiempo en esta profesión.
Uno
de los temas que más me dolieron en su día, como persona, fue la muerte de una
vendedora del cupón de la ONCE a manos de unos tironeros, en un determinado
pueblo de Alicante. La mujer iba por la calle llevando el bolsito con la
recaudación del día, cuando dos canallas le dieron el tirón desde un coche en
marcha. Como la mujer llevaba la bandolera enganchada, se la llevaron a rastras
varios metros hasta que la estrellaron contra un coche que estaba aparcado.
Y
la mataron.
Recuerdo
haber entrevistado a sus hijos, ya casados, y haber sentido la inmensa
sensación de vacío que había dejado la madre en aquel hogar. Y todo porque dos
hijos de puta vieron que aquella mujer casi ciega era un blanco fácil.
Dentro
de la delincuencia hay grados. No es igual entrar en una tienda y robar un DVD
-aunque no lo aplaudo, como es obvio- que violar y matar a una niña. No es
igual plantarte en una calle navaja en mano y desafiar a un hombre joven, que
darle el tirón a un vendedor de la ONCE, que no te ve, o que no puede correr
tras de ti porque va en silla de ruedas.
El
Cuerpo Nacional de Policía nos informa de que está colaborando con la ONCE para
que sus vendedores no sean una presa tan fácil. En nuestra Región, la Unidad de
Participación Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Murcia será la
encargada de poner en marcha un convenio firmado en el mes de abril, con tres
años de vigencia -prorrogables-, a base de jornadas y cursos de formación.
Los
vendedores del cupón aprenderán, en primer lugar, a protegerse y prevenir los
robos y hurtos; si el delito ya se ha producido, se les enseñarán métodos para
poder aportar información a la Policía. No es lo mismo un vendedor ciego, que
otro que va en silla de ruedas pero tiene la vista perfecta; supongo que estos
cursos se adaptarán a las necesidades concretas de cada uno.
En
definitiva, una iniciativa muy buena que espero que ayude a que algunos
miserables se lo piensen dos veces antes de atracar a la gente que es
físicamente más vulnerable.
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