Bueno...
desde el campo nos llega la enésima toma de decisiones en Bruselas para hundir
el sector primario español. Se ve que a Europa le somos más rentables como mendigos
que como productores... o, sencillamente, que otros países saben defender su
agricultura y su ganadería porque cuentan con políticos eficaces.
Veréis:
resulta que hay un hongo denominado Mancha Negra -Black Spot- que está
contaminando los cítricos de Sudáfrica, que acaban en el mercado europeo
compitiendo con los españoles o los italianos. La Comisión Europea había
redactado un proyecto para vigilar y prevenir la entrada de estos cítricos potencialmente
peligroso; un proyecto con unas medidas que desde España se consideraron
insuficientes... pero que, pese a nuestro voto en contra, fueron aprobadas ayer
por el Comité Fitosanitario de la UE.
Al
fin y al cabo, en los países del Norte no hay cítricos que puedan resultar
contagiados por la Mancha Negra, de manera que... ¿qué más da?
Si
se hubiera tratado de cultivos franceses, holandeses, alemanes... sin duda el Comité
Fitosanitario habría aprobado unas medidas más restrictivas; al menos, esto es
lo que ha denunciado la Unión de Pequeños Agricultores (UPA).
Entre
otras medidas, España pedía el cierre cautelar de la frontera europea a los
cítricos sudafricanos cuando se interceptase una primera partida afectada por
la mancha negra. Bruselas no lo ha considerado necesario... y ojo al dato:
España pedía que los controles sanitarios los hiciera la UE... pero
La
UPA afirma que esto pone en peligro la continuidad de la producción de
cítricos, y que a cambio beneficia a los importadores del Norte de Europa:
pueden permitirse el lujo de importar miles de toneladas de Sudáfrica, que
crucen toda Europa contagiando la mancha negra... al fin y al cabo, en sus
países no hay cítricos que se puedan contagiar.
Eso
sí: la UPA dice que valora positivamente las actuaciones del ministerio de
Agricultura en este aspecto. Ellos sabrán.
Pienso
que esto es para plantarse. Una y otra vez, una y otra vez, en Europa se toman
decisiones que perjudican a la agricultura española, que es de lo poco que está
generando empleo y riqueza nacional. No tenemos prácticamente otra fuente de
ingresos, además del turismo, porque todas las empresas fuertes que daban
dinero al Estado se privatizaron, se le regalaron a los amigos de los
dirigentes de turno y ahora enriquecen a los consejos de administración, y no
al erario público.
Los
países del norte y el centro de Europa defienden sus cultivos a muerte, con
toda la fuerza, imponiéndose sobre los competidores más débiles... y en especial
sobre los españoles, que no tenemos medidas de presión con las que amenazar
porque nuestro peso económico es casi nulo. A esto hemos llegado con una
política que ni genera riqueza nacional (no hay empresas públicas que nos den
pasta a todos), ni permite que los emprendedores salgan adelante, ni favorece
el consumo porque tiene al trabajador en precario y viendo cómo sube el IVA.
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