La
actualidad en Lorca -así lo he contado esta tarde en La Ventana de SER Murcia- viene marcada por las sentencias judiciales que obligan al
Ayuntamiento a devolver los anticipos por unos convenios urbanísticos que se
firmaron en 2005, durante el mandato del socialista Miguel Navarro.
Hace
un par de días, el alcalde actual, Francisco
Jódar, afirmó en Murcia que se sentía preocupado porque, si el Ayuntamiento
tiene que devolver todos los anticipos, quizás no vaya a quedar dinero ni
siquiera para pagar las nóminas a los trabajadores municipales.
En
2005, el Ayuntamiento socialista impulsó una serie de convenios urbanísticos,
en diferentes zonas y pedanías de Lorca, algunas tan lejanas como Avilés o
Zarcilla de Ramos, que están a unos 30 kilómetros del casco urbano. En su día
el propio PSOE de la Región de Murcia receló de estos convenios, pero el
alcalde Miguel Navarro defendió este proyecto que iba a suponer muchos miles de
viviendas, diciendo que permitirían otras infraestructuras como la autovía a
Caravaca, y que iban a suponer un avance.
Los
firmantes de estos convenios eran constructoras y agentes urbanizadores, que le
anticiparon al Ayuntamiento una cantidad consistente en el 40 por ciento del
dinero. Estamos hablando de una veintena de convenios, que superan los 20
millones de euros. Los convenios no se ejecutaron, y algunos de los firmantes
están yendo al juez para que el Ayuntamiento les devuelva este dinero.
El
Ayuntamiento informa de que, por ahora, hay dos sentencias firmes, una a favor
de esta devolución y otra en contra, y otras dos que han sido recurridas, una a
favor y otra en contra. Dicen que se están dirigiendo al juez para que les diga
de qué manera pueden pagar esta deuda: están viendo los plazos, la manera de
afrontar este pago. Quieren tranquilizar a los funcionarios, diciendo que por
el momento no peligra ninguna nómina... pero advierten de que puede haber
riesgos si sigue habiendo sentencias en contra, porque afrontar la devolución
de todos esos anticipos sería muy
complicado e inviable. Han recalcado que se trata de una herencia de un
equipo de Gobierno socialista que están pagando ellos, y recuerda que el PP no
apoyó muchos de estos convenios.
El
secretario general de los socialistas lorquinos, Daniel Martínez Fajardo, quiere dejar claro tres cosas: la primera,
que en la época de Miguel Navarro el PP, aunque estaba en la oposición, votó a
favor de la mayoría de estos convenios.
La
segunda, que estos convenios fueron aprobados por la Comunidad Autónoma,
gobernada entonces y ahora por el Partido Popular. Y la tercera, que el
Ayuntamiento (el actual, del PP) debería haberle hecho un seguimiento al
desarrollo de los convenios, para evitar el que se haya llegado a estos
extremos, y que no ha hecho nada.
Esta
mañana, el coordinador regional de Izquierda Unida, José Antonio Pujante, ha celebrado una rueda de prensa en Lorca
junto al concejal José García Murcia
y ha hablado de este tema. Ha recordado que su coalición siempre estuvieron en
contra; que les parece un auténtico
disparate, textual, llevado a cabo por el PSOE con el apoyo del PP...
aunque reconocen que los populares se abstuvieron en los convenios de 2005.
Además,
piden medidas urgentes para resolver esta situación sin que paguen por ello los
ciudadanos.
Mi
análisis...
Es
evidente que la política del pelotazo,
la apuesta por el urbanismo a toda costa, sigue perjudicando y nos seguirá
haciendo daño durante mucho tiempo. No sólo en Lorca. Muchos políticos han
defendido los intereses de las grandes constructoras (por ideología o por un
exceso de optimismo), y han seducido a los ciudadanos diciendo que su pueblo
iba a ser más grande que los demás. Han jugado una macabra partida de póker con
fichas que no eran suyas:
-
Veo tu auditorio y añado: un auditorio y un campo de golf.
-
Y yo, además, un aeropuerto. Y una estación del AVE.
Muchas
veces en medio de la nada, abarcando mucho más de lo que iban a poder afrontar si
las cosas se torcían, como ha pasado en tantísimos sitios.
Es
fácil hablar a toro pasado, pero si se quería desarrollar en este caso el campo
lorquino, habría sido mucho mejor ayudar al pequeño comercio, al autónomo;
apoyar a las industrias tradicionales... traer más servicios como guarderías,
centros de salud... defender con eficacia al campo, a la ganadería, a los
regantes...
Se
quiso llevar la ciudad al campo; mejor dicho, lo malo de la ciudad, la ciudad
dormitorio... Llegó la crisis y ahora los vecinos del campo -pero no sólo en
Lorca- siguen teniendo pocos servicios, con unas islas de hormigón enquistadas
en el interior, abandonadas... en muchos casos los grandes constructores se van
a salir con la suya en vía judicial... y pagan los de siempre: los ciudadanos;
en este caso, y si no se puede llegar a un acuerdo, los trabajadores del
Ayuntamiento de Lorca.
En
fin; lo único que cabe esperar es que el Ayuntamiento pueda llegar a un buen
acuerdo para pagar el dinero que establezca el juez. Y que, en el futuro,
desconfiemos de tantas obras faraónicas... y dejemos de estirar más el brazo
que la manga.
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