Ayer
se inauguró en Totana el sendero arqueológico que recorre el yacimiento de la
Bastida.
Imaginaos un
asentamiento prehistórico de la Edad del Bronce, hace 4.200 años, ubicado en la
ladera de una montaña...
Vale,
ahora borrad por completo esa imagen para ver lo que fue la Bastida: una ciudad
amurallada, con puertas en recodo y muros de hasta 4 metros de altura. Una
balsa de riego con capacidad para varios miles de litros, impermeabilizada con
arcilla, con la que recogían agua potable y regaban campos de cebada, el
cultivo impuesto por sus dirigentes en vez de otros como el trigo. Hornos para
hacer pan, una carnicería, alfarerías, orfebres que hacían joyas con astas de
hueso... y casas con paredes de piedra, algunas de ellas de dos pisos.
Eso
es lo que fue la Bastida. El asentamiento de su época más importante de
Occidente. Una ciudad argárica, que tenía otras ciudades y emplazamientos a su
servicio, capaz de comerciar con otras sociedades de Jaén o Ciudad Real. Una
ciudad que enterraba a algunos de sus muertos en vasijas, dentro de sus casas, y
en la que hubo población estable durante 700 años, entre el 2.200 y el 1.500
antes de Cristo. Mil años antes que Roma.
La Bastida
fue cayendo en decadencia, sobre todo porque esquilmaron sus recursos
naturales. Quemaron demasiados bosques, cazaron demasiado, llegó a haber
demasiada gente. Así que sus habitantes se fueron marchando, llevándose consigo
sus logros. Por ejemplo, el uso de la cerámica, que hoy en día sigue siendo
esencial en Totana y zonas de Lorca...
La ciudad
quedó abandonada y cayó en el olvido, como el resto de la cultura del Argar
-que ocupó estas zonas limítrofes de Murcia, Almería y Granada-. En el siglo
XIX, un ingeniero belga llamado Luis Siret descubrió esta cultura, y hace un
par de décadas las excavaciones en este cerro a las afueras de Totana, lindando
casi con La Hoya de Lorca, empezaron a revelar que aquí había habido mucho más
que un sencillo asentamiento primitivo.
Ayer se inauguró
en Totana el sendero arqueológico que recorre el yacimiento de La Bastida... o,
mejor dicho, el pequeño porcentaje que ha salido a la luz hasta el momento. Los
científicos de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) que están a cargo de
las investigaciones, calculan que sólo ha salido a la luz un 15% de esta
ciudad. Son ellos, basándose en criterios técnicos, arqueológicos, quienes la
denominan la Troya de Occidente, ya
que en su tiempo ésta era la única gran ciudad que se podía comparar con la
Bastida.
Un
yacimiento único, impresionante, que se complementa con un Centro de
Interpretación donde se exponen algunos de los objetos encontrados. Un lugar
espectacular, a los pies de Sierra Espuña, rodeado de pinos, bancales y algún
que otro invernadero, que pone a prueba nuestra imaginación tratando de
visualizar una ciudad amurallada, de más de cuatro hectáreas de superficie, con
viviendas de varias categorías, comercios y talleres, con cerca de 1.000
habitantes, hombres y mujeres que se buscaban la vida, se casaban, criaban a
los niños, cuidaban de los ancianos, rendían culto a las divinidades, trabajaban,
regaban los campos... y todo eso en plena Edad del Bronce, mil quinientos años antes
del nacimiento de Cristo.
Enterramiento típico de la cultura argárica: cuerpos en posición fetal, enterrados en vasijas dentro de las propias casas familiares |
Balsa de riego: se la considera la infraestructura hidráulica neolítica más importante hallada hasta el momento |
Quiero felicitar al autor de este blog, pues su escrito y presentación de la noticia de la inauguración del yacimiento de La Bastida es mucho más rigurosa, verídica y de calidad que las aparecidas en los medios de prensa oficial. Muchas gracias!!
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias! Un saludo, y a su disposición :)
ResponderEliminarPrecioso comentario. Esperemos que se de a conocer en toda la comunidad.
ResponderEliminarExtraordinaria crónica de un hallazgo inconmensurable, que me pilla cerca, y que a diferencia de otros medios oficiales, está muy bien tratado en este blog. Sin duda, La Bastida merece la atención que solo aqui ha recibido. Gracias. Miguel S. Puchol
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