lunes, 2 de marzo de 2015

El estafador estampado

         Si hay una estafa que representa bien ese puntillo rancio que aún tenemos en nuestro país, es el Timo de la Estampita. Los que tenemos cierta edad recordamos al gran Tony Leblanc haciendo el tontico, ofreciéndole a una persona un sobre con estampitas, que en realidad contiene dinero... falso.
         Como muchas de estos timos, el de la estampita prolifera gracias al mal corazón del estafado. El estafado está paseando por la calle, a lo mejor acaba de salir del banco, y se le acerca un oligofrénico. Una persona adulta que no está en sus cabales, tartamudeando, llevando en la mano al descuido un sobre lleno de billetes de 50 euros. Dice que tiene muchas estampitas, pero que no le gustan porque están repes... el estafado no se plantea de dónde sale el dinero, si es la pensión del discapacitado, si ha cogido el sobre con los ahorros de la familia... en vez de llamar a la Policía para que ayuden a esa persona, se le iluminan los ojillos porcinos y piensa: a este tontico le voy a engañar yo.
         Por si el estafado aún tenía alguna duda, en ese momento aparece el gancho. Un hombre o una mujer que se le arrima y le susurra, conspirador: ¿Ha visto todo el dinero que tiene este chico? Una pena, no sabe el valor que tiene y de todas maneras lo va a tirar.
         Y aquí el toque maestro: Yo casualmente llevo encima algo de dinero... si usted también tiene algo, se lo damos al tontico y luego nos repartimos lo que hay en el sobre.
         Bingo. El estafador estafado va a su casa, o hurga en el bolso -el tontico y el gancho estaban al acecho a la salida del banco, esperando a las personas que vienen de sacar dinero-. Le dan al tontico, qué sé yo: 1.000 euros que lleva el gancho, y otras 1.000 que el estafador estafado ha sacado en un momento. El sobre está lleno de billetes de 100, de 200... mucha pasta gansa que se van a repartir.
         Se hace el intercambio. El tontico se va riéndose, feliz con sus estampitas nuevas, y sale de escena. Luego, el gancho y el estafador estafado se separan un momento... puede que el estafado se quede con el sobre, como garantía. Quedan en una cafetería para hacer el reparto... y el gancho, o desaparece con el sobre... o desaparece igualmente dejando que el estafado descubra que las estampitas del tontico era dinero falso, o recortes de prensa.
         Un gilipollas que acaba de perder 1.000 euros por querer estafar a un discapacitado, y que ahora aún encima no sabe si denunciar o no, porque si denuncia le pueden acabar denunciando a él por intento de estafa.
         La Guardia Civil acaba de desarticular a un grupo especializado en hacer el timo de la estampita, que había perpetrado al menos 32 estafas. Se ha detenido a dos personas, y se ha imputado a otras 5, que habían obtenido cerca de 106.000 euros. Si dividimos la pasta que habían estafado por el número de estafas, resulta que habían timado un promedio de 3.300 euros a cada uno.
         La operación policial ha recibido el nombre de Timoti (te timo a ti; los que bautizan los operativos son unos cracks), y ha logrado resolver 45 delitos: las 32 estafas y otros delitos: tenencia ilícita de armas, organización criminal, usurpación, detención ilegal, amenazas, coacciones, apropiación indebida, falsificación documental y daños.
         El mapa de los estafadores estafados está muy repartido: cometían una o dos estafas en cada municipio, y luego se largaban a otra parte. Los presuntos miembros de la banda tienen edades comprendidas entre los 21 y los 55 años; se han practicado sendos registros en domicilios de Casarrubios del Monte (Toledo) y Colmenar Viejo (Madrid), que parecen ser las sedes principales de esta banda. Sus componentes también proceden en su mayoría de estos municipios. Entre otros objetos, la Guardia Civil se ha incautado de armas (dos escopetas, una carabina, dos pistolas, dos navajas), munición, teléfonos móviles, joyas y un vehículo.
         Ojo: la Guardia Civil recalca que esta banda no siempre conseguía su objetivo. Cuando la persona se daba cuenta de que la iban a estafar, o bien si se negaba a seguir adelante con el engaño al discapacitado, los maleantes la amenazaban o la retenían hasta lograr llevarse joyas o dinero.
         El epicentro de esta banda está en Ciudad Real, con 13 estafas en diversos municipios, y en Toledo, con 5. Dentro de la Región de Murcia hay una estafa denunciada en Bullas.
         Vamos con la enumeración exhaustiva:

            Ciudad Real (13): 3 estafas en cada uno de los siguientes municipios: La Solana y Tomelloso; 2 en Daimiel; 1 en Bolaños de Calatrava, Campo de Criptana, Pedro Muñoz, Socuéllamos y Argamasilla de Alba.
            Albacete (5): 4 en Villarrobledo, 1 en Ossa de Montiel
            Toledo (5): 2 estafas en Torrijos; 1 en Miguel Esteban, Madridejos y Urda.
            Valencia (3): Cheste, Requena y Alcàsser
            Cuenca (2): Tarancón y San Clemente
            Cáceres (1): Navalmoral de la Mata
            Guadalajara (1): Marchamalo
            Huesca (1): Fraga
            Murcia (1): Bullas


         Las diligencias instruidas han sido entregadas en el Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción de Almagro (Ciudad Real).

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