Sobre Podemos, por Rafael Poveda

         Reproduzco un texto sobre Podemos que el jurista alicantino Rafael Poveda Ivorra ha querido compartir con nosotros, agradeciéndole su contribución. Los análisis de Rafael siempre son razonados, inteligentes y educados, de manera que os recomiendo que le echéis un vistazo.

         Muchas gracias, amigo ;)

         Hablemos de política que es lo menos comprometido.

         Cuando se hace política con la única finalidad de conseguir mayorías entramos en un campo muy peligroso. Pablo Iglesias sabe perfectamente que sus propuestas son irrealizables, pero las lanza sin miramientos porque quiere a toda costa alcanzar el poder.

Por tanto, su movimiento carece de una base ideológica y se sustancia únicamente en agradar al mayor número posible de votantes. No busca el bien público, porque sabe que sus promesas no son la solución, sino pura demagogia.

         Se convierte, pues, en un peligro, dado que cuando llegue al poder no sabrá qué hacer con él. Es casi mejor un corrupto inteligente y controlado que un paracaidista sin control. Leo lo que he escrito y lo reitero.

         No se puede ni siquiera plantear que Podemos tenga una buena intención de base. Yo puedo creer en un líder que batalle por el bienestar de la sociedad (donde hay ateos y cristianos, ricos y pobres, trabajadores y empresarios), pero que diga la verdad, e Iglesias no la dice, o realmente es más fanático de lo que pensamos.

         Lo que tenemos hoy en día en nuestra política es asqueroso y pudibundo. Más bajo no se puede caer, y se necesita una reforma profunda de personas e instituciones. Y mucha cárcel.

         Yo sé cuáles son las ideas del PSOE, de IU o del PP y eso me permite poder elegir, es decir, ejercer mi libertad.
Pero cuando la ideología es tan difusa que cabe en el mismo saco el voto de Gordillo, alcalde de Marinaleda, y el de Sáenz de Ynestrillas, autor condenado por asesinatos políticos, o los de ex dirigentes batasunos, eso me hace temer que Podemos y sus cantos de sirena nos pueden llevar adonde Ulises no llegó, pero porque le ataron con fuertes cuerdas al palo mayor: el más hondo precipicio de la falta de conocimiento y la desesperación.