Como ya sabéis, buena parte de la antigua cúpula del PSOE de
Lorca, encabazada por Daniel Martínez
Fajardo, ha presentado su dimisión, y ha tramitado su baja del partido,
denunciando que la dirección regional y la nacional les han puenteado.
En concreto,
y siempre según ellos, Rafael González
Tovar ha seguido apoyando a Isabel
Casalduero en detrimento de Fajardo, que le ganó las primarias a secretario
general. Algo con lo que ha transigido el entorno de Pedro Sánchez, en Ferraz, puesto que Fajardo era un dirigente
incómodo.
Tanto
Casalduero como Tovar han respondido recordando que todos los procesos internos
del PSOE tienen garantías suficientes, y están abiertos a cualquier tipo de
inspección.
Bueno.
Uno de los concejales de PSOE en Lorca, Rafael
Ruiz, anunció en su día que apoyaba la decisión de Fajardo y que se iba a
sumar, saliéndose del grupo municipal socialista y pasando a ser concejal no
adscrito; lo que en otras situaciones se denomina pasar al grupo mixto, sólo que en Lorca dicho grupo no existe como
tal. Pero para el caso es lo mismo.
Ruiz
afirmó que no dejaba el acta por respeto a los lorquinos que habían confiado en
él. Una decisión que yo no comparto, ya que en un sistema de listas cerradas el
acta pertenece al partido, no a la persona. La persona debe obedecer las
directrices de su partido, que emanan a su vez de la asamblea de votantes y son
ratificadas por los ciudadanos en las urnas. Y si no le gusta, debe dimitir y
volver a presentarse a las próximas elecciones.
Quizás
soy un nostálgico que sigue añorando los tiempos en que la gente votaba a una
ideología, encarnada en un partido, y no a una marca comercial -Podemos,
Ganemos, Ciudadanos, Vox-, que no da pistas de lo que hay en el interior sino
que apela a la psicología, a sentirse parte de un caballo ganador.
El
concejal Ruiz ha difundido entre los medios de comunicación en el que explica
su decisión, da sus razones y critica de manera directa al portavoz municipal
del PSOE y diputado regional, Manuel
Soler. Básicamente, viene a decir que Soler en primer lugar se unió al bando de Tovar y le apoyó como dirigente
regional; como éste no le hizo demasiado caso, apoyó a Fajardo (el candidato anti-Tovar,
según él) como secretario general de los lorquinos; luego quiso ningunear a
Fajardo, pero no lo logró y entonces volvió a pegarse a Tovar.
Sin
más comentarios, reproduzco en su totalidad el comunicado de Rafael Ruiz, para
que cada uno saque sus propias conclusiones.
Rafael Ruiz, en su rueda de prensa de hoy (foto aportada por R. Ruiz) |
Declaraciones en la rueda de prensa de hoy,
jueves 22 de enero de 2015
Hoy
les convoco para anunciarles que he tramitado mi baja del Grupo Municipal
Socialista y paso a integrarme en la Corporación Municipal
como concejal no adscrito. También quiero comunicarles que con fecha de 19 de
enero solicité mi baja del PSOE con profundo pesar. Quisiera expresar mi
respeto hacia los cientos de miles de militantes y simpatizantes que ha tenido
y tiene este centenario partido y con el que he venido colaborando muchos años
antes de ser militante. También quiero aclarar que sigo manteniendo mi acta de
concejal por respeto al Ayuntamiento de Lorca y a los lorquinos y lorquinas,
para los que seguiré trabajando hasta el final de la legislatura.
Tomo
esta difícil decisión con evidente dolor debido a los motivos que ya adelanté
en rueda de prensa el jueves 15 y que me han llevado a abandonar una
organización en la cual, a día de hoy, no puedo depositar mi confianza en sus
principales dirigentes.
Respecto
a mi abandono del Grupo Municipal Socialista, quisiera explicarles que no es
una decisión que haya tenido su origen en los hechos denunciados recientemente
desde la cúpula de la
Comisión Ejecutiva Local del PSOE Lorquino sino que viene de
mucho antes y que así se lo hice saber a nuestro Portavoz Municipal en el mes
de septiembre; incidiendo en que si esta situación en el Grupo no variaba, me
vería abocado a tomar la decisión de la que hoy les informo.
Durante
mis 44 años de vida profesional nunca he tenido que vivir situaciones parecidas
a las que desde el comienzo de la legislatura he sufrido en el Grupo Municipal
Socialista. A mi juicio, todo tiene su origen y se desarrolla a lo largo de
estos tres años y medio por el comportamiento inseguro, variable e incoherente
del Portavoz Municipal, don Manuel Soler
Miras.
En
un principio, este señor apoya la candidatura a Secretario General de la Agrupación Socialista
Lorquina de Daniel Martínez Fajardo.
Obviamente, esta decisión supone un enfrentamiento manifiesto en contra del Secretario
General del PSRM, Rafael González Tovar,
quien, como es por todos conocido, auspiciaba la candidatura a Secretario
General de la
Agrupación Socialista Lorquina de doña Isabel Casalduero, Vicesecretaria del PSRM.
Cabe
recordar que el señor Soler Miras había manifestado de forma pública su apoyo a
Rafael González Tovar en la elección de Secretario General del PSRM y que, a
cambio, no fue incluido en la Comisión Ejecutiva Regional ni fue avalado como
Secretario General de la Agrupación Socialista Lorquina por el aparato
regional, aunque este era su objetivo.
Poco
tiempo después de salir elegido como Secretario General de la Agrupación Socialista
Lorquina Daniel Martínez Fajardo, el señor Soler Miras comienza a querer pasar
factura al respaldo prestado a Martínez Fajardo intentando imponer cómo debe
ejercer el Secretario General sus funciones. Con este objetivo, se celebran
varias reuniones a las que yo asisto y en las que se exige al Secretario
General que siguiera una serie de instrucciones, incluso calificando qué
personas son válidas o no válidas, que con buen criterio, el señor Martínez
Fajardo nunca acepta.
Paralelamente
a estos hechos, el señor Soler Miras se une al grupo de oposición al Secretario
General del PSRM, Rafael González Tovar. Se celebran varias reuniones en
distintas ubicaciones con la presencia de diputados regionales, algún ex
diputado regional y otros altos cargos del PSRM.
En
la medida en que esta operación se va desvaneciendo en el tiempo, el señor
Soler Miras vuelve a dar un giro radical consistente en una indisimulada,
vehemente y sobreactuada aproximación al Secretario General del PSRM, Rafael
González Tovar; sin saber muy bien en busca de que objetivo, aunque lo podemos
imaginar.
Tienen
ustedes que entender cómo todos estos constantes virajes del Portavoz Municipal
sientan en el seno del Grupo Municipal Socialista, profundizando en la división
y fracturación interna existente y haciendo un seguidismo extremo de las
posiciones del señor González Tovar.
Como
colofón a la zigzagueante trayectoria política del señor Soler Miras, llegamos
a las primarias a la alcaldía de Lorca del PSOE Lorquino, donde el Portavoz
Municipal, bajo el dictado del señor González Tovar, toma una postura activa y
pública a favor de la candidatura del señor Mateos Molina. El señor Soler Miras no tiene reparos en dividir a la Comisión Ejecutiva
Local del PSOE Lorquino, a través de las personas que él mismo había impuesto
en ésta, fomentando la deslealtad hacia el Secretario General, Daniel Martínez
Fajardo.
Bajo
la perspectiva de mi dignidad como persona, no puedo entender el variable y
voluble comportamiento del señor Soler Miras a no ser que alguien lo pudiese
entender como, presuntamente, un interés en querer mantenerse en la política
activa al precio que sea.
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