La
Guardia Civil de Murcia informa de que la mañana del 31 de diciembre
interceptaron, en la autovía A-7 a la altura de Santomera (Murcia), a un camión
articulado, de 40 toneladas, que circulaba en sentido Andalucía a gran velocidad
invadiendo ambos carriles y poniendo en peligro al tráfico.
Según
informa la Oficina Periférica de Comunicación (OPC), varios conductores le
indicaron a la Guardia Civil la presencia de este auténtico monstruo de la
carretera, circulando a lo loco; de inmediato se movilizaron varias patrullas
de Tráfico, de Murcia y Orihuela, para interceptarlo y retirarlo de la autovía.
Convendría
que nos imaginásemos bien la escena: un camión con su remolque, con el
camionero excediendo la velocidad, recortando las curvas, adueñándose de la
calzada. Y allí entran en acción una, dos parejas de guardias, montados en un
simple coche o en unas motos que pueden saltar por los aires de un volantazo.
Un camionero que no saben si va borracho, o bajo los efectos de alguna droga;
sólo saben que hay un bicharraco inmenso.
Y
los guardias aprietan los dientes, se ponen delante, encienden los rotativos y
tratan de dominarlo. Padres o madres de familia, currantes, que van a pasar la
Nochevieja rondando por la autovía, enfrentándose a todo tipo de infracciones
para que todos los demás podamos pasar una fiesta en condiciones. Ese mismo
día, por ese mismo recorrido de la A-7 circulaban mi madre y mi hermano en un
pequeño coche. Muchos de vosotros también haréis ese recorrido con frecuencia.
Por
eso cuando leo cuentas de Twitter, o de Facebook, donde se dan pistas sobre los
controles de velocidad o de alcoholemia, se me llevan los demonios. Si no
queréis que os quiten puntos por velocidad, o por tomaros dos copas... la
solución es obvia: respetad las normas. Respetad a todos los que circulamos por
las carreteras. Y a vosotros mismos, porque el guardia civil que te acaba de
parar, a lo mejor te acaba de salvar la vida impidiendo que te estrellases un
kilómetro más adelante.
En
este caso, el camionero había tomado alcohol, aunque estaba por debajo de la
tasa legal. Lo que había hecho -siempre según el informe de la OPC- era
manipular el tacógrafo para poder circular sin descansar, y a mayor velocidad.
El individuo -un hombre de 55 años- había salido de Francia, y llevaba entre
pecho y espalda 800 kilómetros, aunque el tacógrafo sólo marcaba 400. Es vecino
de El Ejido, Almería; llevaba el camión vacío, esto es, que sin duda iba de regreso
y con prisas para tomarse las uvas a tiempo... y por eso había manipulado presuntamente
el tacógrafo, para que registrase que el camión estaba parado, y él
descansando, cuando en realidad iba a toda velocidad y como loco.
Los
guardias lograron interceptar el camión a la altura de Santomera, y lo
aparcaron en un área de servicio. Luego lo llevaron a un taller especializado,
a fin de comprobar el estado del tacógrafo. Y, en efecto, los mecánicos vieron
irregularidades; el camionero alegó que a lo mejor se le había averiado de
repente, pero resultó que los precintos no eran los correctos, y que el
conductor podía apagarlo a voluntad como si hubiera parado el motor para
descansar.
La
OPC indica que Tráfico le ha impuesto una denuncia que conlleva una multa de
500 euros, y la retirada de 6 puntos del carnet; asimismo, se enfrenta a otra
sanción de la dirección general de Transportes de Murcia, con una multa de
4.100 euros.
La
Guardia Civil nos recuerda que no dudemos en llamar al 062 -teléfono de
emergencias de la Benemérita-, y añado yo: al 112. Las llamadas no implican
tener que identificarse, ni demostrar nada, aunque es evidente que los
bromistas son detectados y pueden ser sancionados. Se llama al teléfono, y se
indica: Voy por la autovía A-7, en
dirección Andalucía, y estoy a la altura de Santomera. Y estoy viendo esto... Una
llamada que puede salvar vidas, como muy posiblemente habrá pasado en esta
ocasión. No se puede llevar un armatoste de 40 toneladas de manera alocada
durante centenares de kilómetros.
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