Los
que me seguís en las redes, o en mi web, sabéis perfectamente que no me canso ni
me cansaré de atacar el intento de secesión de Cataluña por muchísimas razones.
Pero para poder tomar partido, más allá del legítimo "España es mi patria
y la defiendo", hay que saber cómo
piensan los demás.
Una
de las formaciones más relevantes dentro del independentismo es la CUP, la Candidatura d'Unitat Popular, que
además de la creación de un Estado Catalán republicano tiene un perfil muy de
izquierdas, y apuesta por la formación de los Països Catalans, donde entrarían
las Baleares y la Comunidad Valenciana.
La
CUP, liderada por Antonio Baños, se
ha enfrentado a la formación Junts pel Sí, dirigida por el
President en funciones, Artur Mas,
con participación de CDC -Convergència
Democràtica de Catalunya, fundada por Pujol
en la Transición y coaligada durante décadas con Unió hasta que el independentismo les separó-, de ERC -Esquerra Republicana de Catalunya,
dirigida por Oriol Junqueras-, y con
otras personas de asociaciones y entidades diferentes.
La
CUP ha dicho, como es evidente, que están
dispuestos a seguir adelante con la independencia como sea... pero sin que la
lidere Artur Mas.
Hay medios de
comunicación que se refieren a ellos, de manera continuada, como "los
antisistema" -creo que en Antena 3
les dedican un capítulo íntegro de su libro de estilo-, de manera que muchas
veces sólo sabemos que "los antisistema se pelean con Mas".
Vamos a ver por qué. Y para ello me he
permitido coger los tuits que su cuenta oficial, @cupnacional, colgó ayer
durante la primera sesión de investidura del President, en la que Artur Mas fue
derrotado con la suma de los votos de los no independentistas y la propia CUP.
Son fragmentos del
discurso pronunciado por su líder, Antonio Baños @antoniobanos_, que he
puesto en orden y he traducido al castellano. Soy valenciano, y por tanto su
lengua es la mía; no creo que haya errores en la traducción ;)
Los reproduzco en el
orden normal de lectura -dándole la vuelta al TL de Twitter- para que todos
podamos conocer qué defendió la CUP en
el Parlament y por qué, pese a su apuesta por el Estado Catalán, le están
diciendo que NO a la presidencia de Artur Mas.
Añadiré que cualquier
persona con conciencia de clase y un mínimo de sensibilidad social podría aplaudir
sin duda sus tuits... aunque no se pueda compartir el análisis -la invasión
española esquilmadora- ni desde luego la solución -a mi juicio, romper lazos, aislarse,
hacerse más débil, ser insolidario, olvidar la Historia...
Vamos allá con la CUP. Aviam!
@cupnacional
Este
pueblo está siendo dividido. Está siendo trinchado y separado por los ganadores
del expolio, que algunos llaman crisis.
Si
la gente salió a la calle el 15-M, con las Mareas, la PAH o el 11-S, lo hizo
por una razón de fondo muy semejante.
Recuperar
la soberanía. La soberanía sobre la salud, el cuerpo, los derechos laborales.
La soberanía como pueblo y como clase.
Somos
los hijos, los frutos de la triple crisis de la que ya hablaba David Fernàndez
en su discurso de investidura de 2012.
Nuestro
voto, ya lo habíamos dicho, es que votaremos no a su candidatura por diversos
motivos.
Lo
primero, obviamente, es su gestión, desde 2010, de la administración
autonómica.
Políticas
privatizadoras de servicios, de paro hasta el colapso en sanidad y educación.
La
CUP ayer no pudo discernir qué clase de gobierno tendríamos. Si autonomista o
claramente republicano.
Datos
del IDESCAT del año pasado: el 26% de la población del país se encuentra bajo
el umbral de la pobreza.
Y
éste es el programa que los grandes poderes globales y los insensibles -mesells- poderes locales tienen para
nosotros: malvivir.
"Consolidemos
la recuperación", dijo ayer el señor Mas. "Se ha acabado la
crisis", nos dicen poderes mediáticos y económicos.
El
Govern que desde 2010 se autodefinía como business
friendly, en verdad ayudaba a darle más poder a los poderosos.
Por
poner un ejemplo, ¿qué clase de soberanista es una fuerza política que vota a
favor del TTIP?
El
país que tenemos, no hay ni que decirlo, no es ni de lejos el país que
queremos.
Señor
Mas: ayer dijo que "Podríamos haber pasado sin recortes si hubiésemos
tenido un Estado propio".
Pero
este argumento no es automáticamente así, como sabe perfectamente. Es un
problema de voluntad política.
Es
un problema de lealtad política. De querer servir a tu gente por encima de las
instituciones de lobbies,
especuladores y burócratas.
Un
Estado propio no garantiza una vida digna. Un Estado fruto de la soberanía popilar,
que sepa sin duda a quiénes sirve, sí.
El
independentismo ha de ser lo contrario del victimismo sobre el que se ha
construido la escenografía autonomista.
No
más quejas, ni desviación de las responsabilidades. Éste también es el precio
de la libertad.
En
esta lucha siempre hemos insistido en que la corrupción no era tan sólo un
síntoma; era un biorritmo de las instituciones del régimen.
Lo
hemos dicho siempre: el régimen del 78, el régimen de las autonomías, es
estructuralmente corrupto.
Pero
hablemos claro: el Procés no es producto de la corrupción; es el Procés el que descubre
la corrupción.
Cuanto
más desobedecemos, más sabemos del régimen y de su andamiaje invisible hecho de
favores pagados bajo mano.
Necesitamos
y queremos y conseguiremos un Govern fuerte que funcione lo antes posible. Que
nadie lo dude.
Un
gobierno no puede ser reducido a una persona. Un gobierno no tiene que ser la
expresión de una sola voz. Sino de la de todos.
Lo
dijimos cada día durante la campaña. Somos la garantía de que esto (el Procés) se hará. Y de que se hará
bien.
Señor
Mas; candidato. Hoy no saldrá de este hemiciclo hecho capitán, pero no dude de
que aquí está la tripulación.
La
CUP mira la mayoría independentista y ve 72 diputados y diputadas.
La
mayoría independentista va desde la democracia cristiana hasta el
anticapitalismo.
Nosotros
miramos y no vemos la confrontación entre Junts pel Sí y la CUP.
Vemos
todo un pueblo representado con su diversidad y sus antagonismos.
Queremos
-insisto una vez más- un Govern fuerte, ya republicano, que acometa sobre todo
los retos del rescate social, la venda en la herida.
Desde
siempre hemos dicho que nosotros, ni descarrilamos ni nos levantaremos nunca de
la mesa los primeros.
Poneos de acuerdo. Y es eso lo que
estamos haciendo: ponernos de acuerdo es ceder, aceptar y consensuar.
No
desfalleceremos; actuaremos como también dijo (el president Francesc) Macià, "con intransigencia feroz en
defensa de las libertades de Cataluña".
No
miremos atrás, no volvamos la espalda, no decaigamos ahora. ¡No tengamos miedo!
Una
cosa está clara: Nosotros saldremos de aquí con una república y de aquí no nos
moveremos aunque nos inhabiliten.
No
es tiempo de adhesiones acríticas, es tiempo de construcciones de mayorías y
consensos.