domingo, 5 de junio de 2016

El diario de Hans Frank

         Todos conocemos el Diario de Ana Frank... pero seguro que muchos no han oído hablar de otro diario que escribió otro Frank durante toda la guerra... y que resulta ser la otra cara de la moneda, ya que me estoy refiriendo a Hans Frank, "el Verdugo de Polonia", responsable directo de la muerte de millones de personas, especialmente judíos.
         En 1939, Alemania y la URSS se repartieron Polonia, y a este Frank, un abogado del círculo de Hitler, le nombraron gauleiter -gobernador- de la zona de Polonia que no había sido anexionada al III Reich: el Gobierno General, que fue como se llamó.
         Hitler no sólo quería invadir naciones... sino vaciarlas de su gente y anexionar a Alemania esos inmensos solares. Y en Polonia, el encargado de vaciarle el chiringuito, pasando sobre la vida de millones de personas, fue Frank.

Hans Frank. La cara es el espejo del alma

De Bundesarchiv, Bild 121-0270 / CC-BY-SA 3.0, CC BY-SA 3.0 de, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=5416277


         Entre matanza y matanza, Hans Frank escribió su diario: 43 volúmenes (he dicho 43) bien encuadernados... que al finalizar la guerra sirvieron de acusación contra él en los Juicios de Nuremberg, de los que salió ahorcado, como merecía.
         Oh, él lo negó todo, por supuesto. Dijo que en el Gobierno General -la Polonia convertida en corral de esclavos que había que ir vaciando- quienes mandaban eran la policía alemana, Himmler y las SS. Que no había oído hablar jamás de campos de exterminio, aunque en sus dominios hubo nada menos que cuatro -Belzec, Sobibor, Majdanek, Treblinka-; que él sólo cumplía órdenes y trató de respetar la cultura y la vida de los polacos...
         Llevo un par de días leyendo sus interrogatorios, tal y como se desarrollaron en Nuremberg, e incluso he visto un par de vídeos que desde luego no he entendido, porque están en alemán, pero que sirven para hacerme una idea de cómo fue el personaje.
         Hoy en día, su hijo Niklas Frank se dedica a explicarle a los chiquillos lo que fue el Holocausto y el papel criminal que tuvo su padre. Afirma haberse criado viendo cómo se torturaba a los judíos, con imágenes "de mierda" -en sus propias palabras- que no le dejan dormir, con la culpa añadida de saberse hijo de semejante sujeto. En sus testimonios, y me perdonáis la grosería, dice que de joven solía masturbarse cada 16 de octubre, aniversario de la ejecución de su padre, fantaseando con los últimos momentos que tuvo que pasar, emboscado en una casa esperando a que llegasen los yanquis. Hacerte una paja pensando en la muerte de tu padre es algo que tendrán que explicar los psiquiatras.
         En sus últimos días sobre la tierra, Frank se sintió angustiado pensando de qué manera iba a pasar a la Historia. Fue consciente de que los judíos han guardado buena memoria de los agravios y crímenes cometidos contra ellos en los tiempos de los faraones; y supo que dentro de mil, dos mil, tres mil años, el pueblo de Israel y la Humanidad entera seguirá señalándole como uno de los mayores asesinos de todos los tiempos... gracias, en parte, a los testimonios que él mismo fue escribiendo, de su puño y letra, en más de cuarenta volúmenes manchados de sangre.



Cadáver de Hans Frank, tras ser ahorcado en Nuremberg

De Photograph of the US Army - WP:en,
Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=2126944

No hay comentarios:

Publicar un comentario