Cuando
en 2011, tras las elecciones municipales, se conoció que cuatro partidos
políticos se iban a aliar para impedir que el PP mantuviese la alcaldía de
Mazarrón, muchos nos llevamos las manos a la cabeza.
Veréis;
las elecciones municipales en Mazarrón dejaron los siguientes resultados:
PP- 4.232
votos, 8 concejales
PSOE- 3.399
votos, 7 concejales
UIDM- 2.107
votos, 4 concejales
IUV- 768
votos, 1 concejal
PAREMA- 602
votos, 1 concejal
Para
impedir que el líder del PP, Francisco
Blaya, volviera a ser alcalde, los otros cuatro partidos con representación
formaron un equipo de Gobierno, sumando 13 contra 8 concejales. Se pactó que el
líder de la Unión Independiente de Mazarrón, Ginés Campillo, sería el alcalde los primeros tres años, y que el
líder de los socialistas, Francisco
García, ostentaría el bastón de mando durante el cuarto y último año.
Muchos
nos llevamos las manos a la cabeza, como digo, al ver el pacto contra natura
que se había formado: una coalición de izquierdas, más un partido de
centro-izquierda, más dos grupos que habían estado vinculados a los mismos
populares a los que ahora se quería desbancar.
Pese
a las previsiones más pesimistas, el cuatripartito funcionó con total
normalidad, al menos de puertas afuera del Ayuntamiento, hasta hace unas
semanas. En junio de 2014, y en aplicación del acuerdo de gobierno, el unionista Campillo traspasó sus poderes
al socialista García. El frente anti-Blaya siguió aguantando las tensiones,
apurando las semanas hasta el final de la legislatura, cuando de repente todo
estalló.
El
10 de abril de 2015, el alcalde de Mazarrón convocó a los medios de
comunicación a una rueda de prensa urgente y extraordinaria, en la que nos
soltó un bombazo informativo: el PSOE de la Región de Murcia le acababa de
notificar que no podía ir en las listas a las próximas elecciones municipales,
porque estaba imputado. Con rostro demudado, García dijo que se acababa de dar
de baja del PSOE y denunció un trato injusto por parte de su partido, y en
especial por parte del secretario regional, Rafael González Tovar: según el alcalde, Tovar era una auténtica
mano negra que estaba quitándose de en medio a aquellos dirigentes que en su día
apostaron por Eduardo Madina, y no
por Pedro Sánchez, como secretario
general del PSOE. García puso los ejemplos de Murcia y de Lorca.
Por
su parte, unos días más tarde Tovar declaró que él, personalmente, creía en la
inocencia de García, pero que era un hecho que estaba imputado, y que el PSOE
tenía como norma que ningún imputado podía concurrir en las candidaturas.
En
cuanto a la imputación, se debe a una denuncia de la Fiscalía ante un juzgado
de Totana: se acusa al ex alcalde Campillo, a García y a otros tres concejales (dos
de UIDM y uno del PSOE) de haber cometido una presunta prevaricación
administrativa por haberle dado un trato de favor a algunos empresarios que
estaban vinculados personalmente a ellos.
Tras
informar de su caída de las listas y su baja en el PSOE, García anunció que
pretendía fundar un nuevo partido de centro-izquierdas. Aunque no dio siglas,
muchos pensamos que iba a seguir los mismos pasos que el ex secretario de los
socialistas lorquinos, Daniel Martínez
Fajardo, y formar la agrupación local de Alternativa Socialista (CLI-AS).
Y, en efecto, unos días después el alcalde informó de la fundación de esta
agrupación, y anunció que iba a ser su cabeza de lista a la alcaldía. Con él se
fue Juan Miguel Muñoz, el otro
concejal socialista imputado por la Fiscalía.
El
equipo anti-Blaya, formado ahora por PSOE, IUV, UIDM, PAREMA y CLI-AS, siguió
funcionando sin estridencias durante algunos días... hasta que García y
Campillo comenzaron con enfrentamientos públicos, aireados a través de los
medios de comunicación.
Tras
la celebración del último pleno de la legislatura, la UIDM emitió un comunicado
denunciando que el alcalde se había subido su sueldo de funcionario. En el
pleno se había aprobado una subida salarial que, entre otras personas, iba a
beneficiar a García cuando dejara de ser alcalde y volviera a su puesto en el
Ayuntamiento. Alegaron que García habría tenido que ausentarse en el momento de
la votación, en vez de votar a favor, y anunciaron que se planteaban una
denuncia contra él.
Ayer,
29 de abril, García anunció que iba a privar de sus competencias municipales a
los concejales de la UIDM, por dos motivos: por deslealtad hacia su condición
de alcalde, y por una desobediencia grave relacionada con las nuevas piscinas
municipales.
El
argumento de la deslealtad lo esgrimió negando que hubiera aprobado una subida
salarial para beneficiarle a él: dijo que el pleno había aprobado una medida
general, que beneficia a todo el personal municipal.
En
cuanto a las piscinas, alegó que él había ordenado que no se abrieran al
público todavía, porque faltaba un informe técnico sobre seguridad, pero que
los concejales de la UIDM no le habían hecho caso y habían optado por abrirla.
Los
concejales que pierden sus competencias son el ex alcalde Campillo (entre
otras, Urbanismo, Industria, Empleo, Cultura), Isidro Coy (Festejos, Policía Local) y Andrés Valera (Hacienda, Deportes, Juventud, etc.). Por cierto, que
estos dos son los demás imputados por la Fiscalía, junto a los dos alcaldes y
el ex socialista Muñoz.
A
primera hora de la tarde de hoy, 30 de abril, Campillo y los otros dos cesantes
han denunciado la actitud "dictatorial" de García, y se han
ratificado en que debería haberse ausentado, en vez de votar una subida de
sueldo que, siempre según ellos, le va a beneficiar de forma directa. Además,
le echan en cara una mala gestión económica y ratifican que se están planteando
denunciarle.
Bueno...
¿Y
ahora qué?
Con
diez candidaturas, Mazarrón es de los municipios murcianos que presenta una
mayor pluralidad, y por tanto una dispersión de voto mayor: el 24 de mayo habrá
papeletas de PP (no repite Blaya; se presenta su concejala Alicia Jiménez), PSOE, UIDM (Campillo), IU, Alternativa Socialista
(CLI-AS, con García a la cabeza), Ciudadanos (C's), Ciudadanos de Centro
Democrático (CCD), Partido Independiente por Mazarrón (PIXM), Mazarrón Adelante
(MzA) y el Partido Independiente de Camposol y Distrito (CDIP).
Aunque
no debería atreverme a hacer una quiniela, sí es previsible que entren en el
Ayuntamiento mazarronero los dos grandes partidos (PP, PSOE), perdiendo ambos
un número importante de votos (los populares, por el retroceso generalizado, y
los socialistas por la gente que se llevará García), más la UIDM, que tiene su
electorado estable pero podría perder votos hacia el PP (dado que Blaya quedó
atrás) y su marca blanca, C's.
Izquierda
Unida suele tener un electorado fijo, por lo que podría repetir el concejal, y
García (al fin y al cabo, socialista histórico) podría entrar en el Ayuntamiento.
También se prevé un auge de Ciudadanos (en toda España, y aquí con votos
populares y de la UIDM), y los de Camposol podrían heredar el escaño del
Parema, que no se presenta.
Lo
que no se prevé es una mayoría arrasadora de nadie.
Venga,
mi quiniela. Luego el 25-M echaremos unas risas:
PP,
7 concejales
PSOE,
6 concejales
UIDM, 3 concejales
C's, 2
concejales
IU,
1 concejal
CLI-AS,
1 concejal
CDIP,
1 concejal
...esto
no es más que ignorancia, que es muy atrevida, por mi parte. Pero me da igual.
Lo que parece menos atrevido es decir que los más votados, los que podrían
plantearse encabezar un equipo de Gobierno, serán PP, PSOE y UIDM. Claro que éstos
están enfrentados unos con otros. El PP no pactaría con ninguno de los dos, y
viceversa; mientras que García (CLI-AS) no podría pactar ni con la heredera
política de Blaya, ni con los compañeros de Tovar, ni con Campillo.
Es decir,
que las opciones para la gobernabilidad en Mazarrón podrían ser:
1. PP + C's
+ CDIP
2. PSOE +
UIDM + IU + CDIP
...dando
por sentado que CDIP sería una formación bisagra, centrada en Camposol, como lo
fue el PAREMA. Según mi quiniela, la primera opción alcanzaría 10 concejales,
mientras que la segunda sí llegaría a los 11 de la mayoría absoluta. Pero todo
esto es hablar por hablar.
El hecho es
que la próxima legislatura puede convertirse en una suma de mociones en contra,
medidas defenestradas, concejales denunciándose... Mucho me temo que en mayo de
2015 podríamos ver las consecuencias de aquel cuatripartito que nació en 2011
unido por el enemigo común.
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