Ayer les
planteé a mis colegas del Facebook un reto y una pregunta: averiguar cuál de
dos imágenes simétricas entre sí era real, y cuál les gustaba más, con independencia de
su contenido que no es para reír.
La foto, en
sus dos versiones, es ésta:
Se trata de
una de las fotos más conocidas de la Segunda Guerra Mundial, y se conoce como
"el prisionero que desafió a
Himmler". Su contenido es obvio: un prisionero famélico parece
desafiar con la mirada a un jefe nazi que, en efecto, es el mariscal del Reich SS
Heinrich Himmler, máximo jefe de la
Gestapo y de las SS y uno de los máximos responsables del nazismo.
Las razones
que mis amigos expusieron para decidir cuál era la original fueron variadas: por
ejemplo, Rafael alegó que la foto
real era la número 1, porque en una revista militar la tropa siempre está a la
izquierda y la insignia del traje también está a la izquierda. Juan Carlos y Rebeca también apostaron por la 1, por la forma de abotonarse la
guerrera. Rafa dijo que la real era
la número 2 "por una pura sensación visual". Por su parte, Alicia dijo que, si el joven judío era
real, desde luego estaba pasando menos hambre que en las fotos verdaderas, y
presumió que la foto podía ser propaganda nazi.
Pese a los
argumentos sobre cómo se abrochan las guerreras, la foto real es la de abajo,
la número 2. El prisionero está a la izquierda, y Himmler y el resto de los
nazis a la derecha. Se puede apreciar por cómo lleva Himmler las
condecoraciones, y por ese botón -"la insignia del traje", que decía
Rafael-, que es nada menos que la Medalla de Oro del Partido Nazi.
Esta foto
de Himmler con Franco -sé que diréis
que lo he hecho aposta- no es un reflejo: Franco lleva la Laureada en el lado
correcto, en el lado izquierdo -iba a decir que la lleva "sobre el
corazón" hasta que he recordado de quién estaba hablando ;) Las condecoraciones y la insignia de oro de
Himmler aparecen a su izquierda, y la guerrera lleva los botones a la derecha,
como las camisas de los hombres.
La foto
especular no la he colgado para poneros a prueba; resulta que esta foto siempre
aparece en Internet del lado contrario. Os sugiero que entréis un momento en un
buscador de Internet y busquéis "Himmler preso desafiante", o algo
parecido. Os adelanto que el apellido del preso es Greasley, para que podáis acotarlo mejor. Haced la búsqueda en un
momento y veréis cómo más de la mitad de las fotografías aparecen al revés,
reflejadas; algo que no pasa en otras fotos igual de conocidas.
Mi teoría
es que la foto de abajo, con Himmler a la derecha, es más incómoda de ver. Lo
que voy a decir ahora no son más que elucubraciones, pero ya sabéis que en
Occidente leemos de izquierda a derecha. Cuando vemos una foto cuyo contenido
no comprendemos, tendemos a repasarla yendo también de izquierda a derecha.
Si "leemos" la foto 1, la
reflejada, el proceso mental es el siguiente: Himmler, unas rejas, un preso.
Himmler está mirando a un preso.
Pero si
"leemos" la foto 2, nuestro proceso es el siguiente: un tío que no
conocemos -¿quién será?-, unas rejas porque se ve que está preso... ¡coño, si
es Himmler!... y retrocedemos para verle la cara al desconocido por segunda
vez, a ver si captamos más datos.
Bueno; no
es más que una elucubración. Me ha chocado que esta foto casi siempre aparezca
al revés, y por eso he querido compartir con vosotros esta inquietud.
Obviamente
no puedo irme sin explicar la historia que hay detrás de esta foto. En mi muro
de Facebook, Alicia ha estado aguda al decir que ese joven judío está menos
masacrado que los demás. Ha sido observadora. No es un judío, sino un prisionero de guerra militar; su situación
era muy mala, pero no tan desesperada como los judíos a quienes se exterminaba
en las cámaras de gas o haciéndoles trabajar hasta la muerte.
El joven de
la foto se llamaba Horace Greasley y era un soldado británico que fue apresado por los nazis durante la
retirada de Dunkerque e internado en un campo de prisioneros -no un campo
de concentración ni de exterminio; por eso aún podía mantenerse en pie. Efectivamente
está desafiando a Himmler; pero no sólo con su actitud, sino que acababa de
quitarse la camisa para mostrarle en qué condiciones estaban los presos. Él no
sabía quién era Himmler, pero se dio cuenta de que estaba en presencia de un
alto oficial alemán, por lo que cuando llegó a su altura se puso en pie y le
plantó cara: "¡Señor, los presos nos estamos muriendo de hambre!" Y
entonces se quitó la ropa y se quedó en posición de firmes, enseñándole a
Himmler y a los demás en qué condiciones estaban. Jugándose la vida, porque
cualquiera de los oficiales le podría haber pegado un tiro impunemente.
Himmler le
miró con cierta sorna y se marchó, aunque sin duda en su fuero interno, como el
cobarde que era, se sentiría desazonado al ver que aquella "escoria"
era capaz de plantarle cara. Obviamente las condiciones de los presos no
mejoraron.
La historia
de Greasley tiene su colofón, del cual ya hablaré con más detalle en otro momento:
y es que conoció a la hija del director de una de las dependencias del campo y
se enamoraron. Se lo llevaron a otro campo cerca de Auschwitz del que se fugó... cerca de doscientas veces
-he dicho doscientas-, para poder estar con la novia. Luego volvía a entrar
para que no hubiera represalias. Estuvo así cinco años, hasta que fue liberado,
y murió en 2010.
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Greasley, ya anciano. Por desgracia no llegó a casarse con su chica |
Para un tío
capaz de escaparse 200 veces de un campo de prisioneros nazi para ver a la
chavala, plantarle cara a un mamarracho como Himmler era un desafío de tercera
división ;)
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Himmler, tras suicidarse ingiriendo una cápsula de veneno, con la guerrera abotonada desde la derecha, como debe ser. |