miércoles, 7 de septiembre de 2016

En Calcuta no había jabón


         La canonización de la Madre Teresa de Calcuta, llevada a cabo por el papa Francisco el 4 de septiembre, ha generado en las redes sociales comentarios realmente cargados de inquina. A la monja le han dicho de todo menos guapa... y no es una frase hecha.
         La revista satírica Mongolia ha destacado especialmente por la dureza de sus críticas, algunas de ellas con enlaces a reportajes y vídeos y otros tan superficiales y poco humanos como éste de Twitter, que ha sido muy comentado:

Hoy la Reina Sofía pudo ir de blanco a la canonización del puto cacahuete miserable porque es la única mujer a la que Juan Carlos engaña.

         Lo del cacahuete viene por su piel llena de arrugas de anciana, curtida por el sol de miles de horas en la calle. A mi juicio, ya son ganas gratuitas de insultar.
         Dejando de lado el insulto hacia los Reyes eméritos, estos apelativos provocaron la reacción de muchos tuiteros que, a su vez, contraatacaron llamándoles de todo a los de la revista. Os pido disculpas por el nivel que se aprecia tanto en las alabanzas como en las críticas; he decidido alterar ligeramente los nicks por respeto a la intimidad de quienes los vomitan.

‏@perlvarez28
Cuando intentas ser Charlie Hedbo y te quedas solo en gilipollas.

‏@lucsolis1973
Basura carroñera!!! Vaya panda de Mongolos con pseudónimos... putas ratas!!!!

‏@zikadbase
Mongolos. Un subnormal comunista dedicado a odiar a la Iglesia católica. ¿Sorpresa? (...) Vamos, que los miles de personas que han pasado por allí están todos gilipollas, menos el marxista.

‏@Glaurong
Creencias que defienden la vida y la dignidad del individuo son molestas para los totalitarismos.

@jorezperez
JAJAJAJAJAJA probablemente el mejor día de Revista Mongolia de la historia! Sois muy grandes!

‏@MsArtichoe
Gente súper ofendida por llamar "cacahuete" a Teresa de Calcuta y yo como JAAAA CUÁNTA RAZÓN.

‏@Gensito24
No seré yo un defensor de la canonización de Teresa de Calcuta, pero llamarla cacahuete no es gracioso. Hay otras maneras.

         Otros medios de comunicación han expresado las críticas hacia la Madre Teresa de manera más racional, aportando reportajes pero sin faltar al respeto.

El Huffington Post
Médicos que visitaron las misiones de la Madre Teresa aseguran que aquello eran verdaderas “casas de la muerte”.

El Diario.es
El Papa ha canonizado a la Madre Teresa. Dos universidades afirmaron que era un mito "falso".

BBC Mundo
Fue nombrada santa por el Papa, pero incluso la Madre Teresa de Calcuta tiene críticos.

RTVE
Teresa de Calcuta, una santa con luces y sombras.

El País
Análisis. Sobre Teresa de Calcuta: "¿Es el modelo en la atención de los pobres y enfermos? Muchos creen que no".

         Entre la gente de la calle, algunas críticas vienen de la escasa o inexistente formación sanitaria de las monjas y de la propia Teresa; también critican las pésimas condiciones de higiene en que llevaban a cabo su trabajo, así como su recomendación a los enfermos de que soportasen sus sufrimientos como señal de unión con Dios.

‏@vlichtenk
Oíd (médicos), igual deberíais pasar estampitas por los niños después de administrar tratamiento y os harían santos.

‏@jrhernandez3
El milagro en todo caso es que no haya tenido una infección de la herida quirúrgica tras restregarle la estampita de la Santa sobre ella.

         Otras críticas ahondan en lo social: le echan en cara a la Madre Teresa que renegase del aborto y de la homosexualidad, y que no tuviera reparos a la hora de aceptar el dinero de empesarios corruptos o de dictadores.

‏@110011010x
La Madre Teresa era la amiga de los pobres y enfermos que cuando se puso mala acudió a un hospital privado en USA.

‏@ateo_1982
Cuando ella se enfermaba se atendía en buenos hospitales europeos.

‏@angelpino_3
Santa Teresa de Ibex. Ella sí sabía exprimir a un pobre.

‏@MarisaSola
Escalofriante leer cómo disfrutaba viendo a los moribundos (sin analgésicos, sin higiene), pero ella bien atendida.

‏@SentComun
Aquí (hay foto) Teresa de Calcuta con la esposa de Duvalier, que fue un gran demócrata como Franco o Hitler.
         ––‏@agustinpg. Es curioso que lo mismo decían de Jesucristo, que andaba con publicanos y romanos.

         Frente a todas estas críticas -algunas infames, otras razonadas-, ha habido un auténtico aluvión de comentarios -de instituciones y de simples ciudadanos- recordando el sacrificio personal de Teresa de Calcuta y su compromiso de toda una vida hacia los pobres y los olvidados.

@JnLuisReche8
Teresa de Calcuta estuvo 45 años ayudando a los necesitados. Pero tranquilo, usted siga tuiteando estupideces desde su sofá.

@aloperamon
Es simple: que demuestren con acciones que son mejores que quienes critican. Criticar es fácil, hacer... no cualquiera.

@JeSanchezC
La Madre Teresa siempre estará en nuestros corazones como ejemplo de buena persona que entrega su vida a ayudar a los pobres y necesitados.

‏@MartaLary
Madre Teresa: "Si no se vive para los demás, la vida carece de sentido". 26 de agosto, Día de la Solidaridad.

‏@JoseLarey6
Día de la Solidaridad.  Madre Teresa: "Lo que hacemos es una gota en el mar. Pero si no lo hacemos, al mar le faltaría una gota..."

         Homenaje al que modestamente he sumado el mío. Porque, veréis: yo soy ateo pero creo en San Max Kolbe y Santa Teresa de Calcuta. Del padre Maximiliano Kolbe, mártir en Auschwitz, hablaré otro día; de la Madre Teresa toca hacerlo hoy, y a mi juicio toca hacerlo bien.
         La Madre Teresa nació en el Imperio Otomano; nada menos. Vio la luz en 1910 en la ciudad de Skopie, que hoy es la capital de la República de Macedonia, aunque su familia era de origen albanés. Se hizo monja, como todos sabemos, y acabó recalando en Calcuta: una ciudad ubicada al Este de la India -en la costa, en el delta del río Ganges, donde la inmensa península india se une al continente-. Hoy en día, en la ciudad y en su área metropolitana viven quince millones de personas. Es una ciudad moderna, pero, como todos sabemos, en ella hay millones de pobres. Gente que nace, crece y muere en las calles, entre la basura, y que tras su muerte es incinerada o simplemente arrojada al Ganges, al lado de sus vecinos que beben o se asean en el río.
         Después de pasar unos años dando clases en la relativa comodidad de su convento, la Madre Teresa decidió salir a la calle y ayudar a los más desfavorecidos. En Calcuta. Y lo hizo con los medios de que se disponía. Sin duda tienen razón quienes afirman que dichos medios eran insuficientes. Pero es que estamos hablando de Calcuta. Sin duda no se equivocan quienes dicen que no tenían la formación sanitaria apropiada. Pero es que eran monjas, mujeres dedicadas al rezo y a la caridad que, lo vuelvo a decir, a diferencia de muchas que vivían en sus conventos europeos, estaban de manera voluntaria en uno de los lugares más desagradables, insanos y peligrosos del planeta, y en contacto directo con aquéllos de sus moradores más desdichados.
         Se dice que la Madre Teresa estaba en contra del aborto y los anticonceptivos, y se le dice echándoselo en cara. Algo que, a mi juicio, es tan injusto como acusar a los antiguos espartanos de abandonar a la intemperie a los bebés deformes, o a los aztecas de arrancarles el corazón a sus enemigos y comérselo crudo. No se le puede pedir a una monja nacida en los años diez del siglo pasado que tenga la misma posición de tolerancia hacia el aborto, los condones o los gays que sí tenemos que tener los demás, criados muchas décadas después y cuando ya nos hemos arrancado ciertos prejuicios.
         Me voy a explicar de otra manera:
         El anfiteatro Flavio, el conocido Coliseo de Roma, era una instalación pensada para exterminar a determinadas personas para el deleite de otras. Pero nadie, cuando lo está visitando, siente la misma tristeza y opresión que puede sentir cuando está visitando Auschwitz. Sin embargo... los nazis le echaban los perros a los judíos y se reían viendo cómo los devoraban, y los romanos le echaban los leones a los cristianos y se reían viendo cómo los devoraban.
         ¡No son comparables!, me vais a decir. Y eso precisamente es lo que estoy defendiendo, que un contexto y el otro no se pueden comparar. Porque entre el siglo I y el siglo XX ha habido una evolución hacia los derechos humanos. A Calígula no se le puede aplicar el mismo rasero que a Hitler porque éste se movía en un contexto de Ilustración y Derechos Humanos que se pasó por el forro, y el otro no.
         Por la misma razón, y salvando todas las distancias, a la monja otomana de principios del siglo pasado no se le puede exigir la misma tolerancia que se le puede exigir a cualquier hombre o mujer joven de nuestros días; máxime cuando la monja no legislaba, se limitaba a aplicar unas normas que, por otro lado, son las mismas que la Iglesia lleva predicando dos mil años, aunque muchos creyentes se las salten a la torera.
         Se le ha echado en cara también su aceptación de las dádivas de algún que otro sinvergüenza, incluyendo a auténticos asesinos como los Duvalier de Haití. Es evidente que esas amistades no se pueden aplaudir, pero supongo que la Madre Teresa se limitaría a hacer la vista gorda. Tú dame tu dinero, y luego haz lo que te dé la gana. Lo mismo, si nos fijamos, que hacemos por ejemplo nosotros, los españolitos de a pie, cuando vemos que nuestros Gobiernos y Reyes son amigos de dictadores como Hassan II y Mohammed VI de Marruecos, los Reyes de Arabia o, más recientemente, el dictador turco Erdogan. Al menos en manos de la Madre Teresa ese dinero lleno de sangre servía para alimentar a los más pobres, y no a los más ricos.
         En fin, los católicos le han rendido el máximo homenaje a la Madre Teresa aportando dos milagros que justiican dicha santidad. Los que no creemos en milagros lo vemos con todo el escepticismo del mundo, pero ésa no es nuestra guerra. Es un asunto entre católicos. Pero yo, que no creo en milagros, debo apreciar en su justa medida la labor de esta monja. Limpió muchas llagas, abrazó a gente a quien los demás no habríamos tocado ni con un palo. Consoló a los desvalidos, les dio un techo. Les hizo sentir que no eran basura de la calle sino seres humanos, y como tales dignos de afecto, de cuidado y de respeto. Que lo hizo con las manos sucias... será porque en los suburbios de Calcuta, amigos, no hay demasiados jabones.

@antoniombeltran 

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